Un paseo por el gran museo
Recorramos este impresionante museo para mostrar los murales que descansan en las fachadas de edificios, guarderías o institutos.
En la plaza de Las Lanzas, frente a la gasolinera BP, el artista argentino Federico Bacher refleja la vida de la propia plaza: padres empujando a sus hijos por un tobogán, señoras paseando a su perro, niños en bicicleta… “Vine con otra idea distinta.En un primer momento pensé en dibujar un jaguar, pero cuando llegué miraba la pared y miraba la plaza, volvía a mirar la pared y la plaza…y me di cuenta de que realmente quería plasmar la vida que había en ella”, afirma el artista a este diario.
Al preguntarle por qué quiere dejar grabado lo que ocurre en la plaza afirma que “muchas veces no valoramos esas cosas que hacemos diariamente. La gente normal se chilla, se quiere…y vive, y a veces estamos tan preocupados por otras cosas que nos olvidamos de las cosas bellas que ocurren normalmente”.
Si salimos a la avenida, a la calle Éfeso, nos topamos con una explosión de color. Un mural pintado por los ucranianos AEC & Waone refleja a un hombre que mira a otro a través de una lupa y el reflejado vuelve a mirar a su vez para ver al mismo hombre…
En el bloque de atrás se muestra un mural surrealista en blanco y negro. Su autor, Víctor Ash, considerado uno de los mejores muralistas del mundo, refleja en su obra ‘La espiral’, esta forma rodeada de animales; como un elefante, una jirafa, un rinoceronte o una cebra.
En la misma pared, que se observa desde la carretera, varios artistas pintan toda la fachada aprovechando los objetos que hay en ella: un avestruz cuyo cuerpo es un aire acondicionado y su cuello la regleta de éste; una señora que “riega” las macetas que una vecina tiene puestas en la ventana, un señor cuya cabeza es la farola de la fachada…Así de originales son los dibujos que están plasmados.
“Hemos propuesto esta fachada como una forma de interactuar a través del dibujo. Hacer una dinámica de los vecinos, donde interactúen, de ventana a ventana…que revele un poco el sentido de comunidad, que a veces se pierde en estos espacios cubículos en los que vivimos”, cuenta uno de los artistas que hacen posible esta pintura.
Si seguimos avanzando por esta calle nos encontramos el mural del estadounidense Erick Okdeh, donde muestra una científica que se encuentra analizando productos. La obra refleja “cómo podemos utilizar la tecnología que existe en la naturaleza para hacer empresas nuevas, para hacer empresas que no contaminen utilizando la energía que existe en la naturaleza”, explicaba el promotor de Arte para todos, Peter Claesson, a Sevilla Actualidad.
A su lado, un mural tan colorido que con solo mirarlo hace sonreír. La obra de la británica Bella Wilshire, muestra una especie de puzle que intercala la vida bajo el mar a través de sus habitantes: un caballito de mar, una tortuga, arrecifes de corales o infinidad de peces.
En el siguiente bloque, un mural que bien hace reflexionar.Con el mensaje “¿Para mañana el mundo será libre?”, muestra al planeta Tierra rodeado por unas cadenas que lo oprimen.
Antes de girar hacia la avenida de Kansas City giramos la cabeza hacia la derecha para observar cómo en la fachada del Instituto San Pablo se ha plasmado una cinta con diversas escenas que “muestran la necesidad de conservar el agua debido a la importancia que ésta tiene para la vida”, reconoce el artista malagueño, Lalo Luque.
Enfrente, en la pared del Palacio de Deportes, tres murales más: Un par de peces de colores que se besan, un bosque frondoso con diversos pájaros y unas manos en forma de torreones que en sus yemas tienen nidos…