El Jardín Americano pretende contar con más de 400 especies en 2010

La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía incluirá al Jardín Americano de la Isla de la Cartuja en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, tras la petición realizada por la Fundación Naturalia XXI. Los actuales trabajos de recuperación de dicho emblema de la Expo culminarán en 2010 después de largos años de abandono y múltiples anuncios de su reapertura.

Sevilla Actualidad. Durante los seis meses que duró la Expo 92 la ciudad de Sevilla contó con lo que los entendidos en botánica calificaron de «auténtica joya vegetal». Con sus 615 especies, la mayoría llegadas desde 21 países distintos, sobretodo de América, el jardín cerró con el adiós de la Expo.

Ahora, en plena recuperación, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía va a incluir al Jardín Americano de la Isla de la Cartuja en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, dentro de la categoría de Jardines Históricos, tras la petición realizada por la Fundación Naturalia XXI.

La delegada de Medio Ambiente, Encarnación Martínez, ha dado a conocer la decisión junto con el director de la Fundación, Francisco Oñate, destacando que ésta actuación revitalizará la recuperación de este jardín de 2 hectáreas situado a orillas del Guadalquivir.

El Consistorio hispalense habilitará el jardín y lo cercará para establecer un horario de apertura y cierre. Además, organizará visitas guiadas para centros escolares, con tal de que «los niños conozcan las especies vegetales y el pasado de Sevilla durante la Exposición Universal de 1992», según señaló la edil socialista. Asimismo, cualquier ciudadano podrá visitarlo al ser un espacio público.

Por su parte, el director de la Fundación, Francisco Oñate, reveló que a finales de año llegarán nuevas especies, todas procedentes de países del continente americano –como Argentina, Paraguay, Uruguay, México o Estados Unidos, entre otros–. Serán especies «no tan exigentes respecto a su adaptación y conservación», matizó.

Pero en su historia, el Jardín Americano tiene no sólo el haber dado cabida a tantas especies de tantos países americanos, ni el cúmulo de críticas que su continuo abandono ha recibido. También constan en sus anales, informes sobre su valía y lamentos por su pésima conservación achacable a la desidia de las administraciones.

Los pasos de su recuperación. En diciembre de 2002, el Gobierno central, la Junta y el Ayuntamiento llegaron a suscribir un acuerdo por el que Agesa (la sociedad que gestiona los activos de los terrenos de la Expo 92) invertiría el remanente que faltaba por gastar de los convenios suscritos en el verano de 1993 por las tres administraciones en la adaptación del recinto a sus usos futuros. Precisamente en ese acuerdo se establecía que se destinarían 240.404 euros al Jardín Americano.

También se acordó entonces que el proyecto correría a cargo de la Gerencia de Urbanismo y del Servicio de Parques y Jardines. Tuvo que pasar más de un año y medio hasta que Urbanismo adjudicó las obras del proyecto de recuperación del alumbrado público, cerramientos y pavimentación.La cantidad de más de 200.000 euros era, según los entendidos, claramente insuficiente para los trabajos que requiere la recuperación del Jardín Americano que ya podría rondar los seis millones de euros.

Fue a finales de junio de 2004, cuando se cumplían doce años de su inauguración, cuando el delegado municipal de Vía Pública, Manuel Gómez Lobo, anunció que el Jardín Americano iba a volver a abrir sus puertas. Entonces, el concejal socialista expresaba su confianza en que el jardín estuviera listo para su uso a finales de año una vez que fuera recuperado como espacio público y después de haber sido remozado.

No fue en 2004, ni en 2005, ni en 2006, los trabajos comenzaron en enero del pasado año, con cinco meses de retraso sobre el calendario previsto.

Las Obras. Según explicó en mayo la delegada provincial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Pilar Pérez, y confirmó la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), los trabajos del Jardín Americano estaban ya ejecutados en un 80%.  Se quería abrir para este octubre.

Se ha limpiado completamente, pues los actos vandálicos y el abandono lo tenían en muy mal estado, y se han eliminado todas las especies invasoras que amenazaban a la flora. También se han hecho plantaciones complementarias para regenerar las especies perdidas en estos años, pues según el estudio elaborado por Naturalia XXI, el jardín ya sólo cuenta con 200 de aquellas 600 especies, apenas una tercera parte de las originales. Varias entidades ecologistas sostienen que la cifra es aún menor, y que no quedan sino unas 40 especies originales.

Pérez explicó que en esos 16 meses de trabajos (desde enero de 2008 a mayo de 2009) se había ejecutado completa la obra civil, que incluye un paseo fluvial y un carril bici conectado con los de su entorno inmediato.

Se ha recuperado el umbráculo del antiguo invernadero –una especie de paseo arbolado que protegía las plantas del sol– y las pérgolas originales de la Expo y, actualmente, se está trabajando en la recuperación de los juegos de agua del recinto, que eran otra de las grandes atracciones del 92. Una de las últimas actuaciones que está previsto acometer es la construcción de una pasarela de madera sobre el río, que enlace los jardines del monasterio de La Cartuja con el Auditorio Rocío Jurado, un perímetro de unos 300 metros levantado sobre el agua y que dará servicio tanto a peatones como a ciclistas.

Los 8,5 millones de euros en que se ha cifrado la recuperación del Jardín Americano permitirán no sólo levantar de nuevo el rincón más exótico de la ciudad, sino establecer en él la sede de la Fundación Naturalia XXI, un “complejo científico, cultural, educativo y recreativo de carácter ambiental en Andalucía” que cuenta con el apoyo de la Junta y el Ayuntamiento. Ellos son los que han impulsado, con sus reivindicaciones machaconas y constantes, el rescate del jardín y a ellos se encomendará su gestión.

En el acuerdo firmado con el Consistorio se comprometen a crear un jardín botánico “que albergue y desarrolle especialmente la riqueza floral de nuestra región y la flora americana como elemento específico y singular del mismo”. El objetivo es introducir paulatinamente en Sevilla especies procedentes de América que, “una vez adaptadas a las condiciones climáticas de Sevilla, podrían multiplicarse y enviarse para su cultivo a otras zonas del país y de Europa”.

El Jardín

Está compuesto de varias subunidades como son: el Umbráculo, el jardín de la Esclusa, el lago-ciaboga, el jardín acuático de la cascada, el jardín del Puerto de Indias, las pérgolas y los jardines de coníferas, palmáceas, cactáceas y agaváceas.

El Umbráculo es un elemento característico del Jardín al ocupar una superficie de 1.700 metros cuadrados, una altura máxima de 8 metros y estar formado por lamas de madera certificada dispuestas con una inclinación que favorece el sombreado necesario para las plantas subtropicales y tropicales.

El resto de jardines exteriores presenta una composición florística variada en la que existen especies utilizadas ampliamente en la jardinería española, otras que aportan maderas y frutos, de uso agrícola, con valor medicinal, importancia industrial o de interés etnobotánico.

En la actualidad hay 151 especies identificadas y unas 15 especies más por identificar pertenecientes a los géneros Opuntia, Pereskia y otras pertenecientes a la familia de las cactáceas.

Se prevé que en las labores de la obra de reforestación que se llevan a cabo en la actualidad se incorporen más de 250 nuevas especies a lo largo del presente año 2009 y principios del 2010, que situará al Jardín Americano con más de 400 especies diferentes de árboles y arbustos de dicha procedencia.

www.SevillaActualidad.com