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La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a un hombre a cuatro años y seis meses de cárcel por abusar sexualmente de su hija con el agravante de hacerlo bajo los efectos del alcohol y las drogas y a otros dos años de prisión por maltratarla física y verbalmente.
Según la sentencia, el condenado estuvo desde 2005 hasta 2010 abusando y maltratando a su hija bajo los efectos del alcohol. Al estar separado de su mujer, la custodia de su hija le correspondía durante los fines de semana, momentos en los que se producían los abusos. El condenado llegó decirle a su hija cosas como «el primer hombre en la vida de una mujer tiene que ser su padre», intentado normalizar los comportamientos abusivos.
La menor sufrió estrés postraumático debido a las situaciones en las que se vio envuelta por la conducta de su padre, que en el año 2012 ingresó en Proyecto Hombre, del que salió voluntariamente dos años más tarde. Además de los abusos sexuales, la víctima también fue maltratada tanto física como verbalmente, siendo agredida con las manos, con zapatos e incluso con un casco, siendo amenazada con que si contaba a alguien lo que le estaba sucediendo, la mataría tanto a ella como a su madre.
La sentencia fue recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía por la defensa del acusado achacando su presunción de inocencia y alegando fabulaciones debido a la corta edad que su hija contaba en el momento de los abusos (seis años). Pero los testimonios de otros testigos como el de su madre y los informes periciales psicológicos y psiquiátricos realizados reforzaron los argumentos de la víctima, desestimando el recurso de apelación contra la sentencia, quedando ratificada esta.