El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ratifica la sentencia de un año y nueve meses de prisión impuesta el 21 de junio de 2021 a un agente de Policía Nacional acusado de abusos sexuales a una detenida mientras esta esperaba para declarar ante un juez. Este delito de abuso sexual cuenta con los agravantes del consumo de alcohol por parte del agente cuando sucedieron los hechos y por abusar de su posición de autoridad.
El agente condenado trabajaba en la comisaría de Blas Infante. Esa tarde le tocaba trasladar a los Juzgados del Prado de San Sebastián a dos personas que se encontraban detenidas en la comisaría. Afectado por el consumo de alcohol, en el momento de comunicarle a los detenidos que iban a ser trasladados lo hizo de muy malas maneras, graitándolse que recogieran las mantas y las colchoneta del suelo.
Durante el traslado, al hombre lo pusieron en la parte de atrás del furgón policial y a la mujer en el asiento de atrás, sin esposar. La mujer, que sufría un ataque de ansiedad, notó un trato distinto hacia ella por parte de aquel agente, ya que incluso le preguntó el motivo de su detención. Además, en un momento en que su compañero se ausentó, el acusado le preguntó a la víctima si cuando acabase el proceso judicial saldría con él y sus compañeros para tomar unas cañas.
Una vez dentro de las dependencias policiales de los Juzgados del Prado de San Sebastián. Mientras la víctima esperaba para su intervención judicial es cuando se produjeron los hechos por los que ahora se le condena. Además de decirle algunos piropos que incomodaron a la detenida, llegó un momento en el que el agente se puso de pie y empezó a hacer movimientos con la cadera. A continuación, el agente comenzó a escirbir mensajes en un papel a la detenida, en los que le llegó a preguntar si podíadarle un abrazo, a lo que la mujer contestó que no.
Por último, llegaron los hechos por los que el Juzgado no ha tenido dudas en ratificar esta condena por abusos sexuales a este policía. el agente se acercó a la víctima, que se encontraba en la celda, y le dio un beso en la mejilla. Tras eso, intentó hacer lo mismo pero en los labios, ante lo cual la mujer tuvo que girar la cabeza para evitarlo. La mujer fue puesta en libertad esa misma tarde e interpuso la denuncia poco despues en los Juzgados de Estepona, lugar donde reside.