Protesta vecinal contra la peatonalización. Carmen González

La peatonalización del centro de Arahal ha puesto a vecinos y comerciantes en pie de guerra. La razón principal que esgrimen contra el proyecto los afectados es la pérdida de más de 70 plazas de aparcamientos sin alternativa alguna. Los propietarios de los comercios aseguran que esta decisión será la «puntillá» para unos negocios que llevan años sufriendo el abandono de las administraciones por falta de planificación e inversiones. Los responsables municipales les han adelantado una actuación que todavía no tiene plazo, se trata de dos proyectos de actuación en la calle y plaza de la Corredera, financiados por la Junta de Andalucía dentro del Programa Ciudad Amable, para el arreglo de la principal arteria de entrada al pueblo que eliminará el tráfico de vehículos y su estacionamiento.

Los comerciantes y vecinos se han echado a la calle para reivindicar alternativas a todo lo que van a perder en la zona donde trabajan y viven porque están convencidos que «cuando los clientes no puedan acercarse en coche al centro, cerramos». El casco histórico de Arahal hace años que sufre el abandono de la actividad por parte de los pequeños comercios por distintas razones. Por lo que ahora consideran que, quitarle aparcamientos al centro, supondrá su abandono total. 

Por esta razón, se han unido en plataforma ciudadana y la primera actuación ha sido pedir la firma de clientes y vecinos en contra de la peatonalización del centro. Para hacerlo, han repartido en todos los comercios un escrito explicando las razones, la pérdida de aparcamientos y sus consecuencias. Y están seguros de que, no se trata solo de ellos, un centro sin comercios «es un centro sin vida», aseguran. 

«Hicieron una prueba de peatonalización del centro durante la pandemia de covid cortando la calle Corredera todos los días y las ventas dieron un bajón», señalan. En la calle Corredera y en torno a la plaza del mismo nombre, hay, dicen, más de 90 negocios, de todo tipo, librerías, ropa interior, supermercados, tiendas de comestibles, repuestos, ópticas, ferreterías, droguería y mercería. En total, contabilizan la misma cantidad de pequeños empresarios que viven de la actividad del centro y que están seguros del cierre de sus negocios si se llevan a cabo los proyectos que les han adelantado hace escasamente dos meses los responsables municipales.

Calle Corredera, la vía que se quiere peatonalizar. Carmen González.

Desaparecen más de 70 aparcamientos

Estos dos proyectos incluyen la peatonalización de la calle Corredera, principal arteria de entrada al centro y al resto del pueblo, con más de 70 aparcamientos, además de la plaza del mismo nombre, donde está ubicado el edificio del Ayuntamiento y todas las entidades bancarias. 

Según la delegada de Urbanismo, Sandra Orozco (IU), las obras se llevarán a cabo en dos fases, la primera corresponde al arreglo de la céntrica plaza de la Corredera en la que se invertirá un total de 254.000 euros, 178.000 a cargo de la Junta de Andalucía y el resto del Ayuntamiento; la segunda fase necesita de una inversión mayor porque corresponde al arreglo de toda la calle hasta la misma fachada del propio edificio consistorial. La inversión total es de 760.000 euros, de los que 400.000 los pondrá la administración regional y el resto la local.

La obra es de gran envergadura y, aunque todavía no se sabe el plazo del comienzo y desarrollo, los comerciantes también tienen en cuenta su duración a la hora de calibrar las consecuencias económicas que tendrán para sus negocios. Insisten en que no se opondrán a la peatonalización siempre que haya alternativas de aparcamientos en la zona. «Llevan años vendiendo que están hablando con propietarios de bolsas de aparcamientos cercanas pero es mentira, nos hemos puesto en contacto con ellos y ni se lo han planteado», cuentan en una concentración que se ha llevado a cabo junto a sus negocios. En la misma estaba Miguel Lorca, presidente de la Asociación de Comerciantes e Industriales de Arahal (ACIA), que manifestó estar para apoyarlos en sus reivindicaciones.

A la concentración no sólo asistieron comerciantes y vecinos de la calle Corredera, sino de todo el entorno, como calle Duque, Felipe Ramírez, Doctor Gamero, Sevilla, Pacho, San Roque. Todas son calles que, según comentan, se verán afectadas «porque si se corta la calle Corredera, cargarán todas las de alrededor de tráfico». La reducción de aparcamientos cada vez que arreglan una calle empeora aún más la situación en el pueblo. «La sostenibilidad para ellos es el cierre de 10 negocios, pero no han pensado en las vueltas que darán ahora los vecinos para desplazarse por el pueblo cuando no puedan pasar por el centro», apuntan.

El propietario de un supermercado de la calle Sevilla, actualmente en obras, asegura que solo le dejarán un aparcamiento para carga y descarga y el de discapacitado, por lo que los clientes no podrán ir en coche a comprar con las consecuencias que acarrea, sobre todo, para un comercio de estas características. 

Proyecto inamovible

A su vez, los vecinos presentes apuntan que «en el centro no se pueden hacer cocheras, vamos a tener que dejar la compra en la esquina de Mariano (ubicada al comienzo de la calle). Y lo peor es que, al quitar tantos aparcamientos, las calles de los alrededores estarán colapsadas, a ver qué hacemos con los coches». 

Por otra parte, critican cómo la alcaldesa de la localidad, Ana María Barrios, planteó el proyecto en la reunión hasta ahora mantenida, en la que convocó a los comerciantes a través de ACIA, aunque sólo una parte está apuntado a esta asociación. «Nos dijo que el proyecto era inamovible, sólo podíamos elegir el tipo de azulejo que se pondría en la Corredera y el tipo de bancos, el resto, dijo, se hacía como que ella se llamaba Ana», cuentan. Para ellos no son formas de hacer las cosas porque no se les ha tenido en cuenta a la hora de plantear un cambio que influirá en sus vidas y en las de sus familias.

En este sentido, Sandra Orozco asegura que todavía no disponen de los proyectos, están a la espera y no saben cuánto se puede demorar. «Tenemos que darle el visto bueno y antes de eso tienen que pasar por la fase de participación ciudadana», prevista para finales de febrero o principios de marzo. 

«Ya hemos mantenido varias reuniones con los comerciantes, se harán jornadas en las que se ofrecerá toda la información sobre ambos proyectos, incluso poniendo ejemplos que ya se han llevado a cabo en otros pueblos», explica la edil. Y también esperaban el rechazo que supone la peatonalización en todos los pueblos. «En Sevilla, lo he vivido en San Jacinto y cuando se peatonalizó la calle Asunción (barrio de los Remedios). Ahora están tan contentos que piden que se extienda a otra calle», cuenta.

Alternativas

Además, Orozco dice que «somos conscientes de la desaparición de aparcamientos» por lo que sí van a ofrecer alternativas: «pronto se abrirá el aparcamiento de La Palmera, las obras están a punto de recepcionarse y estamos haciendo gestiones con propietarios de bolsas de aparcamientos privadas». De momento, los comerciantes rechazan este aparcamiento como solución porque «está a 500 metros, son perfectos para la zona del polígono (un barrio del exterior) pero quién va a venir desde allí andando», se preguntan. 

El proyecto de peatonalización del centro de Arahal, al igual que el de otros pueblos de la provincia, no es nuevo, forma parte de un programa que puso en marcha la Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda de la Junta de Andalucía en 2014 con el objetivo de abrir nuevas políticas de intervención en los espacios públicos, lo que en la actualidad se denomina Ciudad Amable. El objetivo era mejorar la calidad y sostenibilidad en los pueblos y ciudades. 

Los ayuntamientos podían adherirse con proyectos que cumplieran estos objetivos para los que había previstas inversiones de la administración regional que es la que se encarga de todo, desde contratar al arquitecto para realizar el proyecto hasta ejecutar la obra. Los ayuntamientos sólo tenían que presentar propuestas que se ajusten a estos objetivos. 

El Ayuntamiento de Arahal, en un primer momento, presentó el proyecto de peatonalización de la calle Serrano y Plaza Vieja, también muy céntricas. «Las propuestas tenían como objetivo que el peatón ganara espacio a los coches, después se pensó volcar toda la actuación en el conjunto en la calle y plaza de la Corredera». Para entrar en este programa tienes que cumplir unos requisitos como potenciar la movilidad urbana sostenible y recuperar espacio para la colectividad, razón por la que los coches no tienen cabida.

La oposición, en contra

El portavoz del PSOE, Paco Brenes, dice que su grupo, principal partido de la oposición, no está de acuerdo con la peatonalización del centro porque, antes de nada, se necesita un plan general. «La casa no se puede empezar por el tejado, el plan incluye crear bolsas de aparcamientos». Para el edil socialista, estos proyectos serán «ejecutados pero ni pensados ni estudiados». Y se pregunta cómo el equipo de gobierno (IU) no ha tenido en cuenta, por ejemplo, «un plan de reestructuración de la circulación, porque la peatonalización de la Corredera no sólo implica a los vecinos y comerciantes de la zona sino a todo el pueblo».

En este tipo de proyecto «deben participar asociaciones de comerciantes y todos los colectivos», apunta Brenes. Además plantea una serie de propuestas que deben llevarse a cabo antes de cerrar al tráfico «la arteria principal del pueblo». Entre estas propuestas está «la descentralización de las gestiones administrativas, poner por ejemplo cajeros bancarios fuera del centro, abrir oficinas de la administración local, dividir el pueblo en distritos».

Por eso, el PSOE propone un «proyecto participativo en el que se tenga en cuenta todo, incluso datos técnicos del proyecto como “la canalización de los cables de registro porque en una obra de esa envergadura hay que eliminar los cables de las fachadas».

Para Alberto Sanromán, portavoz del PP, este es un proyecto de la Junta de Andalucía al que el Ayuntamiento se acoge y consigue fondos para la peatonalización del centro urbano. «Para que tenga éxito esta iniciativa debe acompañarse de un plan de movilidad que prevea de forma progresiva la regulación del acceso (independientemente de cargas y descargas y acceso a residentes), así como el aseguramiento de bolsas de aparcamiento que estén habilitados antes de empezar las actuaciones definitivas». 

En caso contrario, el Partido Popular, dice, «no apoyará el proyecto final de obra, y por supuesto debe de abrirse ya inmediatamente un proceso de participación ciudadana donde se puedan presentar alternativas y propuestas». Saromán afirma que, incluso, «si no hay consenso, no se actuará».