SD.- Cuénteme ahora cómo valora a los candidatos y cómo considera que se han formado la listas.

RS.- Yo me he centrado en el mensaje nuestro y en la formación de mi equipo. Del Partido Andalucista conozco a personalmente a María [Antúnez] y Chema [Cejudo] y son personas honestas, aún partiendo de la base de que nadie es deshonesto. Puede pasar que las personas que llevan muchos años en el poder llega un momento en que lo confunde con lo que son objetivos puramente partidistas, pero no significa que haya que machacar a una persona. Todos han presentado candidaturas renovadas, como el PSOE, pero la gente tiene la percepción de que, al final, quien tiene el control de la gestión del poder son los mismos. El intento de renovar me parece plausible, pero si uno tiene la certeza de que pueden seguir siendo los mismos los que manejan la sartén… A Carlos [Copete] lo conozco solo de haberlo saludado, pero considero que es una persona fuerte. Tiene un cometido importante, que es hacer de Izquierda Unida un referente de izquierdas y, por las referencias que tengo, es una persona válida, y se tiene que rodear de gente válida. Me ha gustado escucharle decir que él, si tiene que pactar, va a mirar programa, y no siglas ni caras. Eso es otra cosa importante.

SD.- Porque, siendo realista, ¿qué se ajusta más a la consecusión de objetivos para el PP en las próximas elecciones: la alcaldía o quitarle al PSOE la mayoría absoluta? ¿Estarían dispuestos a pactar para logar esos objetivos?

RS.- Aquí se ha machacado con una idea que es una mentira, como decir que había tripartito y demás. Eso es un eslogan que ha asumido el PSOE, y si preguntas a María o a Carlos, verás que no hemos hecho ningún tipo de acuerdo en ninguna reunión ni habiendo papeles. Otra cosa es que tú tengas ese miedo, y lanzas un mensaje de perdedor. Hay miedo de perder esa mayoría absoluta, que yo creo que se va a perder, y se buscan brujas donde no las hay. Nuestro primer objetivo era propiciar un cambio en el modo de gobernar en Mairena. Pensamos que, al quitar la mayoría absoluta, ese cambio, de algún modo se va a dar. Pero, obviamente, nosotros hemos buscado un equipo para que sea un equipo de gobierno, y no renunciamos a eso. Lo que no podemos hacer es vender nuestra alma al diablo. Cuando llegue el momento, se pondrán los papeles sobre la mesa y, si se puede llegar a acuerdo, se llegará, y si no, pues no. El fin nunca justifica los medios.

SD.- Dice “llegado su momento” pero, ¿no sería justo para sus votantes saber a qué estaría dispuesto?

RS.- Con programas por delante es válido pactar, lo que no se puede es sin programas. Hay que tener ideas, objetivos, propuestas, porque si no, sí estaríamos traicionando a nuestros adeptos. De hecho, incluso si [el PSOE] de verdad se ha renovado, también puede poner los papeles en la mesa, porque entiendo que nadie debe estar excluido de lo que es un legítimo acuerdo político. Eso se ha dado aquí ya en Mairena, en una primera corporación que fue un ejemplo de lo que se llama saber dialogar con otro y buscar el bien común. Así es más fácil que haya entendimiento.

SD.- Veo que no comparte, por tanto, las palabras de Santiago N. Ortega en la presentación de la candidatura del otro día. Decía que no era tiempo para “experimentos” ni “tripartitos”.

RS.- Si dice eso no admite entonces la renovación interna, porque sería también un experimento. Hay que tener cuidado con ciertas cosas que se dice porque se deja entrever más de lo que uno quiere.

SD.- ¿Se atreve a darme un resultado para el próximo 22 de mayo?

RS.- Hombre, yo quiero ser prudente. Pienso que la mayoría absoluta se romperá de lejos, y dará lugar a que todo el mundo tenga que hablar con todo el mundo, y eso es algo muy bueno, y era el primer objetivo que me llevó a entrar en política activa. Que el diálogo entre fuerzas se dé, aunque sea consecuencia obligatoria de un resultado electoral, y que no haya ninguna fuerza política más que haga las cosas sin consultar con la oposición ni a los ciudadanos.

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