Si bien el IPC fue menor a lo esperado, el IPC subyacente alcanzó el 76% anual, la cifra más alta en casi 40 años

El año 2022 fue sumamente complejo para la economía española que, resentida por los efectos de la invasión en el este de la región, estaría presentando una de las tasas inflacionarias más altas de los últimos años. Aunque los primeros meses del 2023 mostraron una mayor estabilidad, datos recientes demuestran que no sería prudente confiarse.

El IPC más alto en más de 3 décadas

Esto se debe a las últimas cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su Índice de Precios al Consumo (IPC), que alcanzó el 6% durante febrero. Se trata de un aumento del 0,9% en comparación con el mes anterior, y una caída del 0,1% en comparación con las estimaciones realizadas a inicios de año.

De este modo, el precio de los alimentos, por ejemplo, ya sería 16,6% más alto que el año anterior.

Si bien el crecimiento no sería tan alto como se esperaba, el IPC subyacente alcanzó el 7,6% anual (0,7% más que el mes anterior), lo que lo ubica como el más alto registrado desde 1986, una de las crisis inflacionarias más altas que ha atravesado la economía en su historia reciente. A pesar de las similitudes, la situación del país en aquel momento es prácticamente opuesta a la actual.

Como lo explica la periodista y economista, Patricia García Beneytez, el IPC valora el precio de la cesta de productos básicos, hasta la gasolina, tecnología, servicios, productos financieros, entre otros. Se trata de una lista de más de 400 artículos, muy distinto al IPC subyacente, que solo toma en cuenta aquellos productos «no-volátiles».

Debido a que en enero se había registrado una caída del 0,2% en la inflación, la recuperación estaría comenzando a parecer mucho más frágil que en las previsiones realizadas por el Gobierno.

La preocupación no disminuye

Si bien la inflación estaría comenzando a ralentizarse, un estudio elaborado por la firma de datos, Dynata, reveló que sigue siendo la principal preocupación de los españoles, con casi el 80% de los encuestados asegurando que siente una gran preocupación respecto al aumento de los precios, ubicándose como la cifra más alta del mundo.

Esta preocupación superaría con creces a otras, incluyendo la guerra, el cambio climático, el paro, la polarización, e incluso la inseguridad.

No sería sorpresa entonces que nos enfrentemos a una disminución en la compra de «caprichos», con la mayor parte de la población disminuyendo sus compras para evitar salirse de su presupuesto. Mientras que la mitad de los españoles estaría reduciendo la compra de “caprichos”, casi un 40% los estaría eliminando por completo.

Previsiones para el 2023

A pesar de que el segundo mes del año fue ligeramente peor al primero, las autoridades auguran un mejoramiento leve de cara a los próximos meses. Por ejemplo, se espera que el IPC baje hasta 2 puntos en marzo si se le compara con el mismo mes del año anterior, mostrando una recuperación limitada pero real.

Del mismo modo, según el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, las previsiones para la inflación en lo que resta del año serían más bajas que las registradas el año pasado, afirmando que es «altamente probable» un incremento en el Producto Interno Bruto (PIB) por tercer año consecutivo.

Se espera que el precio de la energía también pueda mantener su disminución, abaratando poco a poco el costo de vida en el país.