La salud de Carmen Sevilla, auténtico mito del entretenimiento en España, llevaba en una situación delicada desde hacía varios años, llegando al punto de ser ingresada de gravedad en Madrid el pasado lunes 26 de junio. Poco tiempo después de su ingreso, la actriz ha fallecido a sus 92 años.
Desde entonces, desempeñó un papel determinante en este contexto la atención de sus amigos y familiares, entre los que destaca su hijo, Augusto Algueró, quien incluso se ofreció para informar a los medios de comunicación de estas trágicas circunstancias. También fueron dignas de aplaudir las actuaciones de los sanitarios encargados de la artista, a los cuales el propio Algueró se aseguró de agradecer cuando llegó al hospital en cuestión.
A pesar de estos cuidados y el apoyo del mundo del entretenimiento de todo el país, llegó la hora de despedirse de esta polivalente artista que destacó en el cine, la televisión e incluso la música. No obstante, en memoria de la carrera de Carmen Sevilla antes de lo sucedido en Madrid, cabe subrayar sus obras destacadas.
Una artista inolvidable
Esta artista ha dejado una huella imborrable a lo largo de su brillante carrera. Desde sus inicios en los años 50, su carisma y talento la convirtieron en una de las actrices más queridas y reconocidas de su época. Sus mejores momentos son numerosos, pero destacan algunos inolvidables.
Su papel en «La fierecilla domada» (1956) la consagró como una actriz versátil y carismática, y también brilló en el musical «Carmen la de Ronda» (1959), donde demostró su talento para el canto y el baile.
En la siguiente década, en 1967, protagonizó «Cervantes», una película que le valió el reconocimiento internacional. Además, Carmen Sevilla se destacó como presentadora de televisión en programas como «Estudio 1».
Su legado como icono del cine español perdura hasta hoy, recordándola como una mujer talentosa y carismática que entretuvo a todo un país cuando más lo necesitaba.