Pocas veces somos testigos de como decenas y decenas de medios se hacen eco sobre una misma película. Pocas veces tenemos la ocasión de ver como todo el mundo cinematográfico está tan revolucionado por un documental.
Antonio Sánchez-Marrón. I´m Still Here es un documental dirigido por el hermano de Ben Affleck, Casey, en el que retrata el descenso a los infiernos de uno de los actores más destacados de la última década en la gran pantalla: Joaquin Phoenix.
Él mismo, inolvidable intérprete de Señales, Gladiator o En la Cuerda Floja, se pone delante de la cámara de Affleck para demostrar a todo el mundo que dejaba el cine con miras a probar suerte en el mundo de la música, más concretamente en el hip-hop. En el show de David Letterman, hace algunos meses, se presentaba Phoenix para hablar (en un curioso discurso) de su nueva andadura.
El Festival de Cine de Venecia vio en su presente edición como I´m Still Here, el falso documental rodado por Casey Affleck arrasaba en cuanto a crítica se refiere. Una película dura, áspera, oscura y sombría en la que el espectador era testigo, aparentemente, de como Joaquin Phoenix se destruía a sí mismo. En rueda de prensa, se llegó a afirmar que todo era verdadero y que la película tan sólo fue una muestra de lo que pretendía hacer el actor en el futuro.
Sin embargo, el pasado 16 de septiembre, Affleck no pudo ocultar al mundo la verdad de toda la trama que ha conmocionado al mundo del cine. En los círculos críticos prácticamente no se habla de otra cosa. Y es que el director ha declarado al New York Times que la película es totalmente falsa, lo que lleva a explicar la pulcra comparecencia del propio Phoenix en el Festival de Venecia, de traje negro impecable y un afeitado recién practicado. Un hombre que se ha retirado del cine, tal y como tantas veces manifestó, no se persona orgulloso en el Festival de Venecia.
Se le ha pillado la mentira a ambos personajes. Una mentira que, de tener éxito entre el público, se debería otorgarle (dicen las buenas lenguas) a Joaquin Phoenix el Oscar directo e inmediato casi sin pasar por las ceremonias de nominaciones y la propia gala de estos premios anuales. De hecho, la crítica es demoledora con la, ahora, portentosa interpretación de Phoenix. Es aquí cuando quiero recordar la crítica de Luis Martínez, enviado especial del diario El Mundo al Festival de Cine de Venecia, cuando dijo en referencia a la película:
«Reconstrucción de la historia de un hombre enamorado de su propio suicidio. […] Si Joaquin Phoenix miente, Marlon Brando es un aprendiz«.
Con estas palabras, pretendía recoger Luis Martínez el positivo sentir de toda la sala que tuvo la oportunidad de ver el documental, que aún no tiene fecha de estreno ni en Estados Unidos ni en país alguno de Europa. La expectación es máxima. La crítica ya sabe lo que es probar las mieles de Affleck y Phoenix.
Ahora falta el público, verdadero juez y señor.