La asociación española contra el cáncer es una entidad sin ánimo de lucro y declarada de ‘Utilidad Pública’, dedicada a actuar contra el cáncer en los ámbitos de la investigación, prevención, información, diagnóstico precoz, asistencia psicológica, atención social y cuidados paliativos.

Esta asociación lleva actuando 56 años bajo los principios de la independencia, imparcialidad, transparencia, neutralidad y colaboración,  para aunar el esfuerzo de la sociedad, la Administración , las instituciones no lucrativas y el mundo empresarial en la lucha contra el cáncer.

Asimismo, se promueven programas en el campo de la investigación oncológica mediante becas y ayudas a través de su Fundación Científica.  Además, es el primer donante de fondos privados destinados a la investigación oncológica en España.

También recibirá la medalla la asociación ‘A contramano’ creada en 1987 para defender los intereses de los usuarios de la bicicleta como medio de transporte, así como de los peatones y de todas las personas que utilicen medios de transporte urbano e interurbano no contaminantes.

Para conseguir los fines, la asociación organiza diversas actividades gratuitas como marchas en bicicletas, excursiones en bici y campañas, proyectos y propuestas. Las marchas en bici es una de las actividades principales de la asociación, pues todos los años organiza el Día Metropolitano de la Bici, participan en el día sin coches y en diversos actos públicos para reivindicar una mayor atención hacia la bicicleta como medio de transporte.

El Instituto Murillo también será premiado el próximo 30 de mayo. El centro de educación ha celebrado recientemente los 75 años de su fundación. Se creó en 1932 con el objetivo de impulsar la reforma de la Educación en España, eligiendo para ello el modelo educativo de la Institución Libre de Enseñanza.

En 1936 el Instituto fue clausurado por el General Queipo de Llano y reabrió de nuevo una vez finalizada la Guerra Civil bajo el nombre actual de Instituto Murillo. Durante los años, muchas generaciones de mujeres relevantes de la sociedad sevillana han pasado por sus aulas.

El Instituto de Enseñanza Secundaria Murillo se encuentra actualmente ubicado en la calle José María Recuerda Rubio, junto a las universidades de Económicas, Empresariales y Ciencias de la Educación. Tiene su origen en una casa de La Florida en los años 30 donde acudían en régimen de coeducación alumnos sevillanos de familias acomodadas para recibir enseñanzas con el espíritu liberal del instituto-escuela.

La segunda sede del centro fue un Pabellón construido con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929 en un solar cedido por el Ayuntamiento de Sevilla durante 75 años denominado Naranjal de la Bella Flor, en la actual Avenida de las Delicias. En 1949 se convierte en Instituto Murillo, primero de los institutos femeninos de Sevilla.

En 1991 el edificio tuvo que ser abandonado por problemas de derrumbamiento, por lo que el centro tuvo que trasladarse un breve tiempo al Palacio de San Telmo hasta que concluyeron las obras de la actual sede del barrio de Nervión.

Por su parte, el Colegio Público de Educación Infantil y Primaria (CEIP) José María del Campo también recibirá la medalla de la ciudad. El centro de enseñanza se encuentra situado en la calle Pagés del Corro.

Fue mandado a construir por Cayetano Luca de Tena, alcalde de Sevilla en 1907, siendo su arquitecto Aníbal González. El colegio lo inauguró el Rey Alfonso XIII y su esposa la Reina Victoria Eugenia en marzo del 1909, constituyendo el regalo que la ciudad de Sevilla les hizo.

En un primer momento el centro fue una escuela de niños y niñas, con un director para cada uno de ellos. En la época de las arriadas era el lugar elegido en el barrio para acoger a las familias que se quedaban sin hogar y el primer colegio de Triana que se acondicionó para recibir alumnos con dificultades motoras. Posteriormente, en los años 40, se habilitaron aulas para niños tracomatosos. Durante la República se llamó Colegio Triana, y tras la muerte de D. José Mª del Campo adquirió su actual nombre.

En los años 60 debido al deterioro de las instalaciones, el alcalde decidió derribar el Colegio y enviar a los alumnos en autobús al Polígono San Pablo. Ya en 1999 la Consejería de Educación determina que en el colegio trianero se impartan enseñanzas de bilingüe en francés, permitiendo así que los alumnos se pusieran en contacto con niños de otras culturas mediante correo ordinario y electrónico y realizando viajes al final de cada etapa a distintos lugares de Francia.

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