Los trabajos de restauración comenzaron en 2005

Los trabajos se iniciaron en 2005 y, con la finalización de esta tercera fase, la restauración de la fachada del Real Alcázar de la capital hispalense se da por completada.

Sevilla Actualidad. El Patronato del Real Alcázar y de la Casa Consistorial ha concluido la tercera fase de la restauración de la fachada del Palacio de Pedro I o Mudéjar del Real Alcázar de Sevilla, con una inversión de 285.000 euros y cuyo trabajo, que afecta a su lado izquierdo, ha estado coordinado por el profesor Antonio Almagro y el Laboratorio de Arqueología y Arquitectura de la Ciudad de la Escuela de Estudios Árabes, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

En concreto, de los trabajos desarrollados se deduce que su estado de conservación era satisfactorio en lo que se refiere a la estabilidad estructural. Sin embargo existían lesiones de epidermis, que afectaban de modo negativo a la conservación integral del monumento y que requerían ser tratadas de modo adecuado. En su conjunto, este tipo de lesiones son el fruto de la acción del tiempo, como causa general, casi siempre ligadas a los agentes del medio ambiente y la propia naturaleza de los materiales.

Estos efectos se han venido produciendo a lo largo del tiempo y han sido atajados de manera continua durante la vida del edificio, tratando en unos casos de detener o minimizar las acciones degradantes y, en otros casos, reponiendo los materiales degradados. Esta labor, que se puede considerar de mantenimiento continuo, se ha venido desarrollando sin apenas soluciones de continuidad, razón por la que la presente obra ha sido una reproducción de este tipo de actuaciones, aunque haya que añadir a los criterios de mantenimiento, los que se derivan de considerar el edificio como monumento histórico, aprovechando además los conocimientos científicos y las posibilidades técnicas de lo que dispone el equipo de trabajo.

En la presente actuación se ha tratado de conservar los materiales y elementos decorativos existentes, sólo eliminando aquellas intervenciones de restauraciones anteriores que se han considerado inadecuadas, especialmente en los casos de mal comportamiento o incompatibilidad de los materiales utilizados con los originales. Un especial cuidado se ha tenido en minimizar el impacto visual que la limpieza o la recuperación del colorido original pudieran producir.

Rehabilitación del edificio

En la restauración del alero se ha seguido el mismo criterio que en las fases anteriores: consolidar la policromía existente y en los sitios en los que la capa pictórica había desaparecido, se ha realizado una reintegración tratando que el color aplicado se entone con el color presente, más que con el color original. Siguiendo este criterio, que coincide básicamente con los aplicados en otras restauraciones hechas dentro del Real Alcázar, se ha conseguido recuperar una parte sustancial del colorido original del alero, aunque éste aparece atenuado por el efecto del tiempo, lo que, sin duda, facilita su entonación con el resto de la fachada.

La obra ha incluido las siguientes acciones: tratamiento de las maderas de la estructura incluyendo la limpieza; imprimación superficial e inyección de antixilófagos y biocidas y consolidación e inserción de injertos de madera en elementos deteriorados.

La limpieza de la fábrica de ladrillo por procedimientos mecánicos no abrasivos, como soplado con aire a presión y cepillado con cepillos de púa vegetal blanda. Posteriormente, y según los resultados obtenidos previamente, se usaron otros procedimientos como el reblandecimiento mediante pulverización acuosa desmineralizada seguida de limpieza mecánica y, en casos de persistencia de la suciedad, aplicación de emplastes de celulosa con disolventes adecuados. Así mismo, se ha procedido a reponer el rejuntado de mortero de cal en zonas en que estaba perdido.

Las yeserías del cuerpo alto presentaban diversos problemas, tales como suciedad general, sobre todo por acumulación de polvo, y en algunos casos pequeñas grietas e incluso peligro de desprendimiento de algunas de las piezas. Se ha procedido a afianzar las uniones de los distintos elementos y al sellado de las juntas con materiales que garantizan la homogeneidad de la obra. La limpieza de suciedad se ha realizado mediante aspiración y arrastre con brocha y posteriormente, mediante medios mecánicos manuales donde ha sido necesario con reblandecimiento previo mediante emplastes de celulosa impregnada de disolventes apropiados. Los restos de policromía han sido fijados y consolidados. Finalmente se ha aplicado a la yesería, especialmente a las zonas más expuestas, una protección hidrofugante.

Se han limpiado los elementos de mármol tales como columnas, capiteles y alizares, realizada mediante agua y detergentes neutros y en las zonas en las que fue necesario, mediante la aplicación de emplastes de celulosa impregnados en disolventes inocuos para la piedra. Así mismo, se han reparado las antiguas reposiciones de material, hechas algunas con morteros incompatibles, en cuyo caso han sido eliminados y sustituidos por otros morteros a base de cal.

En la restauración de las pinturas que decoran el alero y el techo de la galería se siguió un proceso similar al de las fases anteriores que consistió  en la desinfección y desinsectación de los materiales, preconsolidación y protección de la capa pictórica para evitar su desprendimiento durante el proceso posterior; limpieza y eliminación de suciedad y barnices alterados; consolidación del soporte y de la policromía;  reintegración del soporte; de la capa de preparación y de la policromía, y protección final de toda la pintura.

Con carácter previo, y después a lo largo de todo el proceso de intervención, se ha realizado una labor muy completa de análisis y estudios de la fachada, tanto en lo que respecta a la pintura del alero del cuerpo central, como de las policromías del resto de la fachada. Actualmente se encuentra muy avanzado el estudio de la evolución cromática de estos elementos realizado en la facultad de Bellas Artes de Granada, en base al estudio de los estratos pictóricos y de la composición de los pigmentos.

Trabajos iniciados en 2005

Con esta intervención, el Patronato del Real Alcázar de Sevilla concluye la restauración completa de la fachada del Palacio de Pedro I, también llamado Palacio Mudéjar, que se inició en el año 2005 con la realización de una serie de estudios tanto históricos como de la situación física de la fachada y de sus materiales concluidos en 2006. Durante los años 2007 y 2008 se acometió la intervención en el cuerpo central que está integrado por la rica portada pétrea rematada en el soberbio alero policromado, mientras que entre los años 2008 y 2009 se restauró el extremo derecho de la fachada y en 2010 se restauró el lateral izquierdo.

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...