Captura de un vídeo subido por el Sevilla FC a su perfil de Instagram. SA

«El sevillismo me pudo». Es la única razón que le empujó a escapar de su casa para irse a ver jugar al Sevilla en Getafe, asegura Nicolás, un adolescente utrerano de 16 años. Esta historia se hizo viral en redes debido a la curioso de su desenlace y esta semana, el programa Grada 101 lo ha entrevistado a él y a su madre, que cuenta que ya le han «levantado el castigo».

Nicolás tan solo tiene 16 años, pero el sevillismo le corre por las venas. «Ese veneno se lo he inculcado yo desde pequeño», relata su madre, Yoana, en el programa de televisión. El joven de Utrera «llevaba mucho tiempo queriendo ir de visitante a ver al Sevilla» y el viaje se presentó como una oportunidad que no podía rechazar, pues era muy barato. Así que con los billetes comprados y con miedo a que sus padres no le dejasen ir, decidió «no decirles nada». «Me inventé una historia. Cogí la mochila, metí los libros, me fui para Sevilla y desde ahí salí para Getafe», relata Nicolás al lado de su madre.

Sin embargo, lo que no esperaba este joven es que su madre lo viera por la televisión y las redes sociales. Nicolás fue fotografiado y grabado por los cámaras del club junto al resto de aficionados durante la celebración de la victoria. Unas imágenes que se colgaron posteriormente en los perfiles oficiales del equipo e hicieron que la mentira de este joven saltara por los aires. «Es verdad que me puse en primera fila, sujetando una bandera. No pensé mucho», reconoce el adolescente.

Yoana, su madre, explica que estaba viendo el partido cuando reconoció a su hijo a través de la pantalla. «Empecé a hablarle y me dijo que estaba allí», relata. «En ese momento no le regañé, le dije que hablaríamos cuando llegase a casa», cuenta ahora entre risas. Nicolás ha estado «castigado sin play», pero la presión de los sevillistas para que sus padres le «perdonaran» ha hecho que se le «levante el pequeño castigo», apunta Yoana. «Como madre, en ese momento, me iba a dar algo. Como sevillista dije: me lo como. ¿Qué hago?», se pregunta la madre. A pesar de la anécdota, Nicolás «cree» que no volverá a hacerlo más. O, por lo menos, deberá ubicarse en una zona más escondida en las gradas.

Periodista. Comunicando y aprendiendo de todo a mi alrededor. Involucrada en el periodismo social.