La educación para el uso de Internet podría evitar muchos casos de pederastia en la red

Mañana 9 de febrero se celebra el Día Internacional de Internet Segura. Nos encontramos en una sociedad hipertecnologizada en la que cada vez más, los adolescentes y jóvenes tienen acceso a todo tipo de información y comunicaciones. Redes sociales, chats, contactos y enciclopedias digitales son herramientas que benefician su desarrollo, pero sin las pautas necesarias, las consecuencias pueden ser graves. En Internet no todo vale.

 

 

Carlos Orquín/ Sevilla Actualidad. Insafe, la Red Europea por una Internet Segura celebra un 9 de febrero más el Día Internacional de la Internet segura, bajo el lema: “piensa antes de colgarlo”. Pretende concienciar a los usuarios de la red, principalmente los adolescentes, de que lo que se cuelga en Internet luego es imposible borrarlo. Nunca se sabe si antes de borrar un archivo que se ha subido, habrá alguien que lo haya copiado. O si, aunque nadie lo haya copiado, será posible borrarlo definitivamente.

Desde hace unos cuatro o cinco años nos venimos encontrando que, con la penetración de las redes sociales en la vida cotidiana de los adolescentes, sus hábitos y actitudes van cambiando. La posibilidad de comunicarse con sistemas que te permiten tener un espacio, fotos y comentarios, han ido creando una cultura de la imagen todavía más agresiva que la que introdujo en la norma de consumo la aparición de los medios audiovisuales (televisión sobre todo) en el siglo XX.

El qué dirán, la apariencia y la superioridad física genera en los adolescentes unos índices más altos de violencia, además de adelantar hábitos a cada vez edades más tempranas. Lejos de que las convenciones sociales de imagen y apariencia que tanto encorsetaban antaño desaparezcan, parece que cada vez más los jóvenes reproducen los cánones establecidos, esmerándose en generar imágenes de sí mismos para estar a la altura, para encajar en el grupo. Y ahí está, muchas veces, el problema que Insafe quiere tratar: las fotografías en Internet.

Para luchar contra estas situaciones, ofrece un catálogo, junto a Adicciones Digitales, de consejos y recomendaciones en su web que van dirigidas tanto a los adolescentes como a los adultos. Según Juan Romero, Portavoz de esta organización, “pretendemos evitar que lo que hoy se cuelga en Internet pueda jugarnos una mala pasada dentro de unas semanas, unos meses o unos años, en el momento más inoportuno”.

Y es que, los casos de pederastia y redes de explotación sexual a menores se han multiplicado en los últimos años con la facilidad de las tecnologías. Internet es un sistema difícil de controlar por su propia indiosincracia. Así, lo más efectivo es la educación.

Para ello, esta organización ofrece un recorrido por esta problemática, en su último libro, publicado en Internet, y que está dirigido tanto a padres como a adolescentes. Se trata de una obra en castellano y lenguaje SMS, que se puede consultar en www.adiccionesdigitales.es/libro

Además de esto, Acciones Digitales imparte charlas y conferencias en colegios, centros sociales y empresas de toda España dirigidas a adolescentes y jóvenes, padres, profesores y profesionales en general, para mostrarles cómo hacer un uso saludable de la tecnología.

En todos los lugares los problemas a los que se enfrentan los adolescentes cuando se ponen delante del ordenador son prácticamente los mismos. Si bien es cierto que en las zonas cultural y económicamente más deprimidas esos problemas se agravan, porque los padres tienen un desconocimiento absoluto del uso de la tecnología. Muchos apenas saben enviar un correo electrónico, y otros ni tan siquiera eso.

“Por esa razón hay que prepararles e informarles de cómo utilizar la tecnología de forma racional, para que sus hijos hagan de ella un uso adecuado, que les sirva tanto para las tareas escolares como para los momentos de ocio, que todo es importante”.

Las redes sociales se han convertido en herramientas de comunicación esenciales en los jóvenesEl problema se puede plantear al considerar que el ordenador ha entrado muy rápidamente en los hogares andaluces y los padres no han sabido o podido reaccionar a tiempo. Según la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de la Información y Comunicación en los hogares 2009, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística, de un total de 500 mil niños andaluces que tienen entre diez y quince años, el 93,4 por ciento ha usado el ordenador en los últimos tres meses, frente al el 94’5 de la media nacional. A Internet se ha conectado en ese mismo periodo el 80,7 frente al 85’1 de toda España. Y dispone de teléfono móvil el 69,3 por ciento mientras la media nacional de niños con teléfono móvil es del 68’4 dispone de teléfono móvil.

“Esto nos da una idea de lo profundamente arraigada que está la cultura tecnológica entre los niños y adolescentes españoles, y los andaluces no son una excepción. Y lo que hay que lograr es que ese uso de la tecnología sea amigable y no se convierta en algo nocivo para ellos. Lo que se consigue utilizando el sentido común por parte de los chavales (algo bastante difícil de lograr) y de un control adecuado por parte de su padres”, concluye Romero.

Lo que hace esta entidad es sólo un ejemplo de cómo evitar problemas mayores que pueden ser muy graves. Está claro que la libertad en el uso de esta nueva herramienta es la primera esencia de su razón de ser, pero una cosa hay que tener muy clara: lo que primero impide el desarrollo de la libertad, y por lo tanto de su utilidad, es la ignorancia. Combatámosla, la educación para el buen uso de Internet es, decididamente, imprescindible.