Una mujer ha sido condenada a cuatro años de cárcel por abusos sexuales continuados a un menor con discapacidad. Además, deberá pagar, en concepto de indemnización, 6000 euros. El TSJA ha desestimando el recurso de apelación interpuesto por la mujer contra la Sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Sevilla que le condenaba a cuatro años de prisión y un día.
Una persona de confianza
La acusada ejercía en el año 2018 como monitora de apoyo del menor de 14 años en un centro escolar de Sevilla. Este presenta un trastorno de retraso madurativo que le
genera una discapacidad psíquica del 47 %, teniendo un nivel propio de un niño de 8 años.
Entre los meses de junio de 2018 a febrero de 2019, la acusada se ofreció a la
madre del menor para hacerse cargo del niño fuera del horario escolar. Así, le propuso llevarle de compras, a Isla Mágica, al cine o a la piscina. Todo ello fue aceptado por la madre, que confiaba en la acusada tras haber desempeñado durante muchos años la función de monitora de apoyo en el colegio al que acudía su hijo.
En estas situaciones, aprovechando que estaba a solas con el niño, la acusada besaba al menor y le realizaba tocamientos en los genitales. Además, le pedía que le tocara y besara también a ella, diciéndole que no contara a nada a ninguna persona.
A pesar de la discapacidad del menor, el relato contado es «llano y claro, dentro
sus personales limitaciones referidas, y de la gravedad de lo que se relataba,
con pausas, pero con extensión del relato, y concreción de los episodios de
tipo sexual a los que era sometido por la acusada, dentro de los limites psíquicos y conceptuales del menor»
Intercambio de mensajes de Whatsapp
La declaración tanto del menor como de la madre del mismo, ha sido valorada correctamente como prueba de cargo. Esta ha sido corroborada, además, por el contacto «asiduo e innecesario por WhatsApp con el menor en términos con coinciden con el relato del mismo en cuanto al mantenimiento del secreto, y denotando una interrelación cuando
menos como se ha dicho innecesaria e inapropiada, pues había terminado el menor en el colegio donde ejercía la acusada».
Por ello, el TSJA ha desestimado el recurso de apelación de la monitora, que ha sido finalmente condenada a cuatro años de prisión por abusos sexuales a un menor discapacitado.