Los cuatro Jinetes del Apocalipsis, película de Vincent Minnelli

Vivir y morir depende de algo muy simple, de elegir si abrazar ideales o amantes. Uno tiene descubierto el misterio de la claridad de las ideas desde que en cierta ocasión un profesor, ya en edad senatorial -que no Viejo, o longevo-, invitó amablemente a abandonar la clase hasta que las ideas se tuvieran claras y no demasiado claras, pues pecar de exceso hace caer siempre en la arrogancia e ignominia a quienes presumen de magnanimidad.

Así, en ocasiones me conviene imaginar que vivimos en otro tiempo presente, los egos políticos hoy vuelan a la altura de las bombas con las que las mozas se hacían los tirabuzones. Aquellas mozas a las que cantaban los liberales, que no pasteleros que al final acabaron cambiando todo para seguir igual. En ese presente imaginario vuelan rumores de ‘opresión’ y ‘falta de Libertad’ por mor de una hipotética independencia de determinada región.

No es baladí la libertad de esa tierra -a la que llamaré-, Aburronia. Aburronia, en ese y este tiempo presente, es la región -dentro de un estado- con más Libertad de Europa junto a Baviera. No obstante, si ya se tiene mucho es bueno tener más, es bueno inventarse los amantes para morir como héroes, así que los políticos de Aburronia terminan por inventarse un sentimiento nacional que han querido que se remonte a tiempos del Conde Berenguer IV. Un conde con cara de simpático, tan simpático y apuesto como Redford en Descalzos por el parque, que no dudaba en ayudar a los moros contra un conde rival si de tener más tierras se trataba. Todo basado en la pureza de la lengua y el territorio y de la raza, siempre la raza como justificación de todo. La raza y el postín y el linaje de sus próceres.

‘Nuestros próceres y partidarios son intelectualmente superiores a nuestros oponentes, aquellos que consideran que Aburronia debe seguir dentro su país, oiga’, dice aquél que aprendió bien el slogan enlatado. Por supuesto cuando se habla de la imposibilidad jurídica de tal intención, a los juristas, se nos despacha rápido: ‘tú no lo entiendes, es que no es un problema jurídico, es político; nadie incumple la ley, se tiene legitimidad y la legitimidad es más fuerte que la ley’.

Y así siempre desde hace treinta años -en aquél tiempo paralelo, claro- con el cuento de ‘somos mejores y tenemos la industria y el dinero, porque nuestra burguesía es industrial, no terrateniente como la vuestra’. Y con esto uno ve que todo resulta ser tan aburrido como lo que es: un juego de niños pijos crecidos que soliviantan a sus peones para que griten a los dos costados ‘nuestros pijos son mejores que los vuestros’.

No obstante, vemos que todo esto aburre. Si, aburre, y lo que aburre no preocupa, es accesorio. Aburre como esa otra clase de caballeros que andan siempre con la nostalgia de esa luz de primavera que empieza a vislumbrarse en la ciudad por esta época de invierno. Y es que la nostalgia de otros tiempos y otras luces debe llevarse en silencio, no hay que pregonarla; porque ya decía Galiardo que no hay que entretener al resto con tragedias propias, que los divierta otro. Así, está en la ciudad esa clase minoritaria de observadores de la esperanza de La Luz de Primavera que no llega que tiene una tragedia lírica burguesa más tragedia que el drama de los niños pijos mandatarios de Aburronia.

Ante la duda de resolverles el enigma de La Luz que no llega con una búsqueda en google o con toda una vida sin respuestas observando la belleza, uno lo tiene claro: me quedo con esa tragedia a medio camino entre lo burgués y lo bohemio de esperar la luz de la nostalgia que tiene que llegar y no llega. Al fin, sus pijos serán mejores que los nuestros, pero nos queda el consuelo de que no estamos tan aburridos como para inventarnos una raza y un linaje que de tan bueno es imaginario.

PS: cualquier parecido que se observare con la realidad no es más que Pura coincidencia. Coincidencia con mayúscula porque así es la ficción.

Nacido en 1989 en Sevilla. Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla y Máster en Tributación y Asesoría Fiscal por la Universidad Loyola Andalucía. Forma parte de 'Andaluces, Regeneraos',...