El suceso que se ha detectado desde las Islas Canarias es una nova, que son fenómenos estelares explosivos que se producen en sistemas binarios de estrellas en los que una de las componentes es una enana blanca, que es la estrella «vampiro». Esta enana «roba» el material de su estrella compañera, que se acumula y forma una capa de hidrógeno superficial, y cuando alcanza cierta masa crítica se desencadena una explosión termonuclear que hace aumentar en miles de veces su brillo, expulsando las capas externas a velocidades de miles de kilómetros por segundo.

El pasado 8 de de agosto de 2021 se recibió la alerta de la explosión de esta nova, momento en el que se activo un dispositivo de seguimiento para vigilar el fenómeno tanto desde el espacio como en tierra. Gracias a las excelentes condiciones de observación en La Palma, a la rápida reacción de la colaboración y a la alta sensibilidad de los telescopios MAGIC, la nova pudo ser detectada a energías cien mil millones de veces mayores que la luz visible. Los resultados se han publicado en la revista Nature Astronomy.

También se pudo comprobar que la explosión fue lo suficientemente fuerte como para producir potentes ondas de choque en el medio que rodeaba al sistema estelar. Aunque las explosiones de novas son menos energéticas que las supernovas, en las que una estrella muere en la explosión, son también mucho más frecuentes.