Tras 20 días de guerra en Ucrania, la cifra de refugiados alcanza ya las tres millones de personas que se han visto obligadas a abandonar forzosamente su país tras la invasión rusa. Las fronteras de Polonia y Hungría son un hervidero de personas que abandonan diariamente el territorio ucraniano para establecerse provisionalmente en otros lugares.
Ha sido la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) la que ha revelado una cifra que, se prevé, continúe aumentando. Algunas asociaciones, como ACNUR, señalan que más de 2.800.000 de estos refugiados son mujeres y niños, ya que los hombres de entre 18 y 65 años están obligados a permanecer en territorio ucraniano para combatir contra las fuerzas rusas.
En Sevilla, varias asociaciones y entidades ya se mueven para acoger en la capital hispalense a refugiados que se encuentran varados en las fronteras de Polinia y Ucrania sin un destino fijo al que dirigirse.
El Ayuntamiento de Sevilla y las ONG que por decisión del Ministerio están coordinando a nivel local la atención a los ucranianos desplazados por la invasión militar a Ucrania han mantenido una reunión de trabajo con el objetivo de fijar con los distintos servicios municipales, el protocolo de coordinación y colaboración que dé una respuesta adecuada a las personas, sobre todo mujeres y menores, que lleguen a la ciudad por distintas vías.
El objetivo es dar en todo momento una respuesta completa e integral garantizando la máxima protección y seguridad jurídica. Este protocolo se está poniendo en conocimiento de todas las asociaciones y familias a través de las que está llegando población refugiada a Sevilla.
En el mundo de las cofradías también ha habido un respuesta para atender a estos refugiados. La hermandad de Santa Marta ha fletado un autobús para recoger y traer a Sevilla a un grupo de refugiados de Ucrania. Este sábado 12 de marzo partía de la capital hispalense este grupo de voluntarios liderado por el hermano mayor de la corporación, Antonio Távora, con el objetivo de dar «una vida digna» a ucranianos que se han visto obligados a huir de su país por la guerra.
Son nueve las personas que forman parte de este equipo de voluntarios cofrades que ha dejado su vida en Sevilla para ayudar a los más necesitados. Una enfermera, una pediatra, una intérprete y otros seis voluntarios se dirigen a la localidad húngara de Záhony, tal y como afirmaba el hermano mayor de la corporación del Lunes Santo en una entrevista en El Llamador de Canal Sur Radio.
Una atención necesaria para estas personas que se ven obligadas a abandonar su país por un conflicto que cuenta ya sus víctimas mortales en miles.