La diputada Francina Armengol, representante del Partido Socialista en Baleares y expresidenta de esa comunidad autónoma, ha sido elegida como la nueva presidenta del Congreso de los Diputados en una votación que ha tenido lugar este jueves. En la primera votación, los siete diputados de Junts per Catalunya, el partido liderado por Carles Puigdemont, respaldaron a la candidata socialista, quien resultó elegida por mayoría absoluta.

Armengol obtuvo 178 votos a favor, en comparación con los 139 obtenidos por Cuca Gamarra del Partido Popular. Además de los diputados del PP, Gamarra solo recibió el respaldo de Unión del Pueblo Navarro y Coalición Canaria. Incluso los 33 diputados de Vox, liderados por Santiago Abascal, no la apoyaron y votaron por su propio candidato, Ignacio Gil Lázaro. Esto se debió a que Vox no llegó a un acuerdo con el PP para obtener un puesto en la Mesa del Congreso, órgano del que quedarán excluidos después de haber formado parte de él durante la pasada legislatura.

Segundo caso en la historia

Este es el segundo caso en la historia en el que la Presidencia de la Cámara Baja, que representa la tercera autoridad del Estado, es ocupada por un diputado que no pertenece al grupo mayoritario. La primera vez ocurrió en 2016 cuando el también socialista Patxi López asumió el cargo, aunque en esa ocasión fue el resultado de un acuerdo entre el Partido Popular (PP), el PSOE y Ciudadanos. Ahora, en cambio, los populares, que tienen la mayor cantidad de diputados en el Congreso, han sufrido una derrota al no conseguir los apoyos necesarios para su candidata, Cuca Gamarra. Armengol reemplaza a su compañera del Grupo Socialista, Meritxell Batet, quien renunció hace semanas a repetir en el cargo después de ser reelegida como diputada por Barcelona.

Aunque se había anunciado que Vox y el PP estaban en conversaciones para obtener una de las cuatro vicepresidencias de la Mesa del Congreso a cambio del apoyo a Gamarra como presidenta, el acuerdo entre el PSOE y Junts ha cambiado el panorama. Una llamada de los populares a Vox ha resultado en la decisión de este último partido de votarse a sí mismo, después de que el PP informara que finalmente no les cederían votos para obtener un puesto en la Mesa de la Cámara Baja.