Felipe VI ha alertado en su discurso de Navidad del «riesgo de división» y «el deterioro de la convivencia y de las instituciones» en España. Un discurso que se da en una situación política y económica inestable en el país, que tras salir de la pandemia, sufre las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania.

Guerra de Rusia y Ucrania

El monarca ha comenzado su discurso apuntando que 2022 ha sido un año «complicado y difícil». Tras dos años de pandemia, en febrero Rusia invade Ucrania, con todas las consecuencias que ellos conlleva. «Siento con profunda tristeza la pérdida de vidas humanas», expresaba Felipe VI. Tampoco se ha querido dejar atrás a los refugiados ucranianos que se encuentran en España y que pasarán las navidades lejos de sus familias y hogares, a los que les ha enviado un afectivo recuerdo.

El monarca ha hecho hincapié en cómo la guerra está impactando en la economía española, sobre todo en la de los hogares más vulnerables, debido a la crisis energética. Ha apelado a la dificultad, y en ocasiones imposibilidad, de las familias para poder realizar un gesto tan sencillo como es encender la luz, debido a la subida de los precios. Una subida que «crea inseguridad en los hogares», donde se están haciendo «sacrificios personales y familiares».

En esta línea, el rey ha instado a los poderes públicos a brindar ese apoyo que necesitan tantas y tantas familias en España. No obstante, y a pesar de la difícil situación, Felipe VI ha apostillado que «no podemos renunciar a que las cosas puedan mejorar» y que debemos «tener confianza en nosotros mismos como nación». La modernización de España como nación y la constitución «avalan esa confianza», así como «la superación de otras crisis, como la del covid-19». «Somos un país que sabe responder a las adversidades», ha asegurado el monarca.

Democracia y Europa

El rey ha insistido en el «compromiso» de España con la soberanía y la independencia de los estados, que son «principios irrenunciables». «Necesitamos un mayor compromiso con nuestra democracia y con Europa, que son las columnas sobre las que se asienta el presente y el futuro».

Felipe VI ha insistido en que las democracias «están expuestas a riesgos» y, en el caso de España, a tres: «La división, el deterioro de la convivencia y la erosión de las instituciones». En esta línea, el monarca ha asegurado que «un país con nación dividida no avanza, ni resuelve problemas, ni genera confianza. La división hace más débiles a las democracias».

Constitución

La última parte del discurso ha esta fuertemente marcada por una gran referencia a la Constitución, que «representa la unión» y cuyos «valores constitucionales están enraizados en la sociedad y los españoles», expresaba el rey.

Así, ha manifestado que «hacen falta instituciones que respeten la constitución y sean ejemplo de rectitud», para que de esta forma, la ciudadanía pueda apoyarse en ellas. «Debemos reflexionar sobre las consecuencias que trae ignorar esos tres riesgos para nuestra nación e instituciones», ha advertido Felipe VI.

«El espíritu de la constitución no puede debilitarse ni debe caer en el olvido», ha afirmado. «Es un valor único que debemos proteger», porque, asegura, «es el lugar donde los españoles nos reconocemos y convivimos en libertad».

«Vivimos tiempos de incertidumbre y debemos tener razones para mirar al futuro con esperanza. Contamos con siglos de historia y tenemos que seguir decidiendo nuestro destino y nuestro futuro», ha concluido el monarca.

Periodista. Comunicando y aprendiendo de todo a mi alrededor. Involucrada en el periodismo social.