El palaciego ha asistido a la ceremonia junto a sus compañeros Casillas, Xavi, Capdevila, Llorente, Marchena, Javi Martínez, Mata, Sergio Ramos y Reina. El seleccionador se saltó el protocolo y dejó la anécdota.

Sara Domínguez/Sevilla Actualidad. Poco antes de las 18:30 horas, los primeros jugadores de la Selección hacían su aparición y encarrilaban la alfombra roja que daba acceso al interior del Teatro Campoamor de Oviedo. Entre ellos estaba Jesús Navas, que, con riguroso traje de chaqueta negro, camisa blanca y corbata negra, bajaba de un vehículo junto a Xavi y Joan Capdevila.

Tras la entrada en el teatro de la Reina y los Príncipes de Asturias, y después de que los mismos ocupasen sus posiciones, desfilaban los premiados: premio Príncipe de Asturias a la Cooperación Internacional, las Artes, la Investigación Científica y Técnica, las Letras, la Concordia, las Ciencias Sociales y la Comunicación y Humanidades. Los últimos en subir al escenario eran los jugadores de la Roja, precedidos por el seleccionador. Todos ellos, cumpliendo con el protocolo, se inclinaban ante la reina y los príncipes.

En el 30 aniversario de tan prestigiosos galardones, el premio Príncipe de Asturias de los Deportes reconoce la creación de una «técnica y estilo de juego admirada mundialmente, y que son en muchos países un modelo a seguir. Por haber logrado que toda España vibrara con sus triunfos y los hiciera suyos, y haber conseguido la máxima trascendencia popular, social y deportiva a nivel internacional, dando ejemplo de amplia superación, espíritu de equipo, sencillez y compromiso con los valores del deporte».

Después, uno a uno, los jugadores presentes saludaban a Don Felipe de Borbón. Jesús Navas lo hacía el tercero, después de su compañero y amigo Sergio Ramos.

Tras la recogida del premio a cargo del míster, hemos asistido a la anécdota de la ceremonia: el mismo Vicente del Bosque ha buscado a Luis Aragonés, saltándose el protocolo, para que el ex seleccionador posase también en la foto.

Vicente del Bosque destacaba el «esfuerzo, sacrificio, talento, disciplina, solidaridad y modestia» como valores que han valido tal premio, así como el campeonato del mundo. Además, en su discurso ha destacado que los jugadores sabían que lo que hacían «era lo mejor» y tenían «fe en su propuesta futbolística».

El último discurso era del Príncipe de Asturias que, en referencia a la Selección, destacaba la «máxima deportividad» y la «humildad» de sus componentes, pero también su «calidad humana», y el hecho de nos hayamos convertido en la «potencia mundial del deporte».

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