El equipo de Jiménez cedió los tres puntos al Madrid, algo que se vio venir a pesar de que se llevó 59 minutos ganando por dos goles a cero.
Sara Domínguez. El conjunto de Nervión salió bien, llegando al área, pero no se lo terminó de creer. Ni siquiera cuando vino el tempranero gol (en el minuto 9), adjudicado un poco a Negredo y un mucho a Xabi Alonso. Muy bien Capel al centrar el balón. A partir de ahí, el Sevilla desapareció, y solo se vio achicando balones y acumulando tarjetas. Eso sí, mención especial merece, una vez más, Andrés Palop, que estuvo de jornada intensiva. Gran temporada, por cierto, la del valenciano que, de momento, no tiene su sitio en la Selección… Cada cual tiene su criterio.
En la segunda mitad, el Sevilla pareció salir ¿algo más seguro? Empezó, en todo caso, la segunda mitad como la primera: marcando. Fue una brillante libre directa de Drago (le está cogiendo el gusto el serbio), que cae a las redes de Casillas sin que nadie pudiese hacer nada. A partir de ahí, el internacional madridista pudo continuar aburriéndose ante el escaso trabajo que le venía. Siete minutos más tarde, marca Cristiano a pase de Marcelo. Era el primero, el de «¡Eh, eh! Que somos el Madrid, ¿vale?». No pasaron ni cinco minutos cuando marcó, mira por donde, un ex sevillista, que se está malacostumbrando a marcarle a su ex equipo… para luego hacer celebraciones exóticas y poder dedicárselo a Del Nido. Muchos minutos quedaban por delante para que apareciesen los Cristiano, Higuaín, otra vez Higuaín y hasta otra vez Sergio Ramos. Y también aparecieron (por suerte para los blanquirrojos) los tres palos de la portería.
Aquello no parecía que fuese a acabar así, más aun cuando el cuarto árbitro levantó el marcador que señalaba cuatro minutitos de prolongación. Marcó Rafael Van der Vaart, y su gente se vino arriba al ver, in extremis ya (por el tiempo), al Madrid líder varios meses después. El Sevilla se queda en su cuarto puesto, a tres puntos del Depor que jugó también ayer, con victoria.