El Sevilla no pudo con un Atlético de Madrid con aires renovados que ve como la zona de descenso se va alejando poco a poco. El 2-1 anotado en los minutos finales hace justicia en un partido vibrante de principio a fin. Ahora, los de Manolo Jiménez tendrán que remendar un fallo que los aleja del grupo de los favoritos.
Sevilla Actualidad/Agencias. El cuadro presentado por Manolo Jiménez apareció lastrado por las incomparecencias. En su caso, por la disputa a lo largo del mes de enero de la Copa de África, en la que están llamados a filas tanto Kanouté como Zokora, y por la notable baja en el ataque de la principal referencia ofensiva de los hispalenses, el brasileño Luis Fabiano.
El conjunto madrileño también disputó su primer encuentro del año marcado por las notables ausencias en la zaga, en la que se ausentaron tanto Ujfalusi como Juanito, ambos sancionados, y Pablo por lesión, lo que obligó reconvertir a Domínguez como central y situar en las alas Valera y a Antonio López.
Todas esas bajas marcaban un encuentro que se movió la primera parte en un terreno físico, en un escenario exigente para ambos equipos, pero sin apenas ocasiones. Pocas para el Sevilla, más suelto, con más ideas y que amagaba con alguna acción del argentino Perotti, Jesús Navas o Negredo, pero sin remates definitivos.
Fruto de los despropósitos madrileños, fueron los andaluces los que golpearon primero en los últimos minutos de la primera mitad, cuando un córner bien cabeceado por Renato puso a los visitantes por delante a la primera oportunidad clara de que dispusieron, en una demostración de amortización de esfuerzos.
Duro golpe para el conjunto madrileño, aliado con la suerte en el inicio de la segunda parte, primero en el rechace para dejar solo a Forlán ante Palop y luego en el disparo del uruguayo ante el guardameta, cuyo despeje golpeó en Drago camino hacia su propia portería, para meterse de nuevo en el encuentro con el 1-1 (m. 48).
Ahora, con la igualdad imperando nuevamente en el luminoso, y con la fortuna de vuelta al conjunto de la Ribera del Manzanares, el choque fue decantándose por juego del lado local, que una y otra vez dispuso de sus mejores intentos por las botas del reciente bota de oro, que siguió gafado en sus disparos cruzados.
El partido ganaba en color rojiblanco, más cuando el argentino Duscher se fue a la ducha con dos amarillas en ocho minutos, entre el 64 y el 72, pero el Atlético, en el que Quique Sánchez Flores sustituyó a Reyes tiempo antes, en un cambio discutido por la grada, se atascó en su persecución de la victoria en el tramo final.
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