La herida del pasado lunes debe comenzar a sanar este sábado ante un Levante que también busca Europa. El partido, a las 22:30 horas.
Si el Sevilla vence ante el Levante, esta noche dormirá en Europa. La cuenta es fabulosa pero de poco sirve, porque incluso más seductoras eran las que se hacían en la previa del choque ante el Getafe.
Está claro que, como bien dijo Míchel este viernes, la herida por lo acaecido en el Alfonso Pérez sigue abierto y todavía sangre. La sutura no es cosa de tiempo, sino más bien de resultados y sensaciones.
Este sábado debe comenzar a sanar, porque el margen de error ya no existe, de modo que hay que sumar un triunfo revitalizador contra un Levante que hasta la fecha ha demostrado ser mejor equipo que el Sevilla.
Amparándose en esa filosofía imperecedera y cierta de que un clavo saca a otro clavo, el Sevilla tiene que recuperar su autoestima y la imagen que venía transmitiendo antes de lo que ocurrió en Getafe. Hombre por hombre, el conjunto andaluz tiene más potencial que el Levante, que también aspira a Europa, pero para imponer esa teórica superioridad hay que saltar al terreno de juego con máxima intensidad y lograr una continuidad en esa actitud, que tal vez fue lo que faltó el pasado lunes. Lograr continuidad, ésa es una de las claves para un equipo que a lo largo de esta campaña está trazando una trayectoria de dientes de sierra.
Noche por tanto para la reconciliación y enmendar los errores. El Sevilla no puede dejar pasar un encuentro que le puede impulsar a la órbita europea y sobre todo difuminar los malos recuerdos, todo ello sin Palop en el terreno de juego, pero con la explosividad de José Antonio Reyes, que a buen seguro volverá a ser de la partida.