Con un sólo gol a favor y diez en contra, la situación es una barrera para la temporada de cualquier equipo, pero más si éste se llama Betis y hasta hace un mes era líder indiscutible, batía al gran campeón…
Guía Blasco. Los de Mel no han podido tampoco con el Valladolid (1-0) y comienzan a firmar su sentencia de permanencia en Segunda División. El equipo no podía permitirse hoy otra derrota pero esta ha llegado de nuevo. Los helipolitanos no han conseguido hacerse con los tres puntos en un partido lento y con pocas opciones de gol.
El Betis se enfrentaba a un Valladolid confeccionado para lograr el ascenso y con conocimiento de la realidad bética gracias a Juanito (que hizo poco durante el partido) y del segundo entrenador, el ex bético Juan Sabas.
Mel llegaba a Valladolid, con la esperanza del empate del Rayo y con un solo objetivo: recuperarla identidad del Betis, y para esto colocaba a los más preparados. El primer cambio venía en la portería, donde Casto entraba por Goitia. Los errores de éste en el encuentro ante el Elche han mermado su confianza y el técnico creía que había llegado la hora del extremeño.
Además, Roversio y Arzu entraban por Miki Roqué y Beñat, con la intención de que la experiencia de los dos primeros sirviera para alcanzar la solidez perdida. Incluso el técnico recuperaba su 4-3-3 más clásico, el que dispuso en partidos como el de Tenerife, con Iriney, Salva Sevilla y Arzu en la media, y el tridente formado por Rubén Castro, Emaná y Jorge Molina en la parte ofensiva.
Sin embargo de nada ha valido, la banda izquierda se convertía en un coladero de goles y oportunidades, y Nacho junto con Dorado se quedaban atrás en todos los ataques del contrario.
Tampoco ha servido de mucho que el vestuario admitiera la necesidad de volver a trabajar con las ganas y la fuerza del principio de temporada. De nada sirven los esfuerzos si no termina esta sangría defensiva y no se recupera el olfato goleador del equipo.
En definitiva, un Betis que tiene mucho trabajo por hacer, que tiene que comenzar a concienciarse de la realidad y dejar de lado los temas extradeportivos. Un Betis que necesita que todos sus jugadores vayan a una y no se vengan abajo cuando el resultado está en contra.
Ahora a trabajar para hacerse con los tres puntos en casa de la próxima jornada.