Acto de despedida de Joaquín / @joaquinarte

El Betis está de luto con la marcha una de las grandes leyendas, Joaquín se va pero deja un enorme legado para los verdiblancos. El futbolista se ha despedido este jueves entre risas y lagrimas, tras 23 años de jugador profesional, de su tan queridísimo Betis.

La despedida ha tenido lugar en la ciudad deportiva del Betis y ha acudido tanto familiares y amigos como el Consejo de administración del cuadro bético. Con un pasillo han recibido a la leyenda bética en la entrada de la sede del homenaje. El presidente del club bético, Ángel Haro, dio comienzo al acto de despedida, agradeciéndole al capitán todo lo que ha hecho por el club, «Joaquín el del Betis».

Joaquín arrancaba su discurso recordando a su compañero, recientemente fallecido, Luis Márquez. «Que difícil es decir hasta aquí llegue», así continuaba Joaquín el acto en el que explica que tras está temporada se retirará profesionalmente del fútbol. «Antes habría sido pronto y después hubiera sido tarde».

Muy emocionado Joaquín recordaba cuando el entrenador del primer equipo del Betis de aquella época, Fernando Vázquez, lo incorporó en la primera plantilla, «papá, lo conseguimos, ya soy jugador del mejor equipo del mundo, el Real Betis Balompié». Entre lágrimas y aplausos, el futbolista comentaba la trayectoria del equipo durante los 23 años que él ha estado presente. Y además agradecía, entre lagrimas y con mucho cariño, a todas las personas que han formado parte de su vida durante esos años.

«Joaquín se va, pero el Betis se queda, es eterno y de mi corazón no se irá nunca. Viva el Betis», así finalizaba su tan emotivo discurso de despedida.

El acto continuó y quisieron aportar su granito de arena personas como el entrenador del club, Manuel Pellegrini; Esnaola, entrenador en el filial verdiblanco en el año 1998; los otros dos capitanes, Andrés Guardado y Sergio Canales; Juanito, el que fue capitán; Rafael Gordilla, otra leyenda bética; su representante, Eduardo Espejo. Y por último, su padre, Aurelio Sánchez y su esposa Susana.

El ’17’ se despide del club de sus amores con un gran aplauso por parte de todas las personas que se encontraban en el acto. Joaquín aun no se marcha, ya que le queda por disputar ocho encuentros, que seguro que disfrutará cada minuto. Una leyenda que podría convertirse en el futbolista español con más partidos de la historia.