El Museo Casa de la Ciencia de Sevilla acoge la exposición “SOS. La ciencia de prevenir”.

El Museo Casa de la Ciencia de Sevilla participa otro mes de noviembre en la Semana de la Ciencia y la Tecnología, un proyecto de divulgación científica que cada año cuenta con la participación de más comunidades autónomas del país. Desde 2001, la iniciativa viene aunando exposiciones y talleres en distintos museos, universidades, centros de investigación, parques tecnológicos, entre otros, con la intención de acercar estas disciplinas al público de todas las edades. Así, durante dos semanas, estos centros abren sus puertas para incentivar la participación y la difusión de los últimos avances y métodos científicos y tecnológicos.

En Sevilla, “SOS. La ciencia de prevenir” es la exposición encargada de la apertura de este multitudinario proyecto. A través de esta muestra, producida por el Parque de las Ciencias de Granada y el Museo alemán de la Salud en el Trabajo y la Industria (DASA), se pretende concienciar a los visitantes acerca de la necesidad de prevenir riesgos en actividades relacionadas con la industria y el transporte. La exhibición contará con numerosos paneles dinámicos, talleres de participación y concienciación, proyecciones, exposiciones, maquetas, simulaciones y objetos reales que sirven para visibilizar los riesgos cotidianos provocados por el impacto de la técnica y el ser humano sobre la naturaleza.

Dentro de la programación para este año, se volverá a repetir el “Ciclo de Conferencias ¿Qué sabemos de…?”, donde se pretende, a través del debate directo entre investigador y público, desarrollar un nuevo espacio de diálogo y entendimiento entre la comunidad científica y la ciudadanía. Como otros años, se desarrollarán también las Jornadas Micológicas, un evento que acoge diversas conferencias acerca de distintas especies y géneros de hongos, completadas con una recolecta de estos ejemplares y la posterior cata de alguno de ellos. Los más pequeños también tendrán su espacio en el taller “Jugar con la luz: la maleta óptica”.

Sin embargo, el taller protagonista de la inauguración fue “Biomoléculas danzantes”, una actividad creada en Zaragoza, en la Estación Experimental de Aula Dei con la colaboración de la Delegación del CSIC en Aragón y apoyo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CECIC), y que llega a la capital hispalense exclusivamente por este día. En ella han participado más de noventa alumnos de quinto y sexto de primaria matriculados en centros pertenecientes a los barrios de Polígono Sur y las 3000 viviendas de Sevilla.

 

Más de noventa alumnos participan hoy en el taller “Biomoléculas danzantes”

Durante esta jornada los alumnos profundizan sobre el proceso de la fotosíntesis y se transforman en las biomoléculas que participan en él para aprender de primera mano los entresijos de este y el papel dual de la luz, que crea y destruye en función de su intensidad.

La idea, en palabras de la propia autora de la actividad, Inmaculada Yruela es “intentar trasladar conocimientos del currículum educativo, explicados por los profesores, que pueden ser muy arduos y difíciles de comprender para los alumnos de primaria. La ciencia y sus procesos muchas veces no son fácilmente imaginables, este taller intenta que ellos lo vivan y se conviertan en moléculas, que intenten reproducir ese proceso, pero viviéndolo, con ayuda de elementos que pueden ser más familiares, como puede ser la música, la danza, la expresión corporal, el movimiento, la escenografía…”.

En primer lugar, es la propia coordinadora quien profundiza teóricamente sobre el papel biomolecular de la clorofila, manganeso, agua y oxígeno en la fotosíntesis. Más tarde, gracias a la colaboración en el trabajo coreográfico de Esther Blanco, del Centro de Estudios Musicales Manuel de Falla, los alumnos simulan estar dentro de una hoja entrando en una habitación con iluminación baja mediante focos de color verde. Allí, unas bailarinas les asignan por grupos unas representaciones moleculares y les enseñan una coreografía que simboliza la fotosíntesis. Para la puesta en escena cuentan con la intervención de unas esferas luminosas que van cambiando de color. “Esto apoya mucho los conocimientos abstractos que vemos en los libros y es una forma diferente de educar, diferente de transmitir la actividad científica. Son actividades muy necesarias para la sociedad y para estos niños que en futuro van a ser ciudadanos que van a tomar decisiones”, apunta Yruela sobre el taller.

 Inmaculada Yruela: “Son actividades muy necesarias para la sociedad y para estos niños que en futuro van a ser ciudadanos que van a tomar decisiones”

Al final de la jornada, procederán a la visita de las demás exposiciones acompañados de sus profesores y un grupo de educadores ofrecidos por el CSIC, que explican y hacen partícipes activos a los niños de los proyectos científicos de relevancia actual.

Estudiante de Periodismo de la Universidad de Sevilla desde hace cuatro años, pero con vocación desde mucho antes, concretamente desde el año 1995. Trabajando para dedicarse a la profesión más gratificante...