«El Triunfo del Sacramento de la Eucaristía», de Francisco de Herrera
«El Triunfo del Sacramento de la Eucaristía», de Francisco de Herrera

La pintura «El Triunfo del Sacramento de la Eucaristía» de Francisco de Herrera «el Mozo» regresa a la Catedral de Sevilla después de su restauración. El próximo jueves 10 de agosto, se llevará a cabo la presentación de la pintura.

La obra estará expuesta en el trascoro de la Catedral y estará disponible para su visita durante el horario de apertura habitual.

Horario:

  • De 8:00 h. a 10:00 horas por la Puerta de San Miguel.
  • De 11:00 h. a 18:00 horas por la Puerta del Príncipe (durante el horario de visitas culturales).

En los últimos meses, se ha llevado a cabo una destacada intervención en una de las piezas más significativas de la obra de Francisco de Herrera «el Mozo», la pintura «El Triunfo del Sacramento de la Eucaristía». Esta obra fue trasladada al Museo Nacional del Prado para formar parte de una exposición comisariada por Benito Navarrete, Catedrático de Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid.

La restauración y análisis de esta obra se llevaron a cabo en los talleres del Museo del Prado por la experta María Álvarez-Garcillán, quien ha devuelto todo su esplendor a la pintura. El lienzo presentaba diversas patologías, como levantamientos puntuales, pérdidas de capas y vestigios de barniz oxidado que afectaban la verdadera gama cromática de la obra, además de algunos retoques localizados y una acumulación de suciedad superficial en el lienzo y el marco.

«El Triunfo del Sacramento» fue encargado por la Hermandad Sacramental de la parroquia del Sagrario de la Catedral a este renombrado artista alrededor de 1655. La obra es un claro reflejo de la influencia de las corrientes artísticas italianas en Sevilla. Según el profesor Alfonso Pérez Sánchez, ex director del Museo del Prado, esta pintura representa una etapa crucial en la madurez del autor, plasmando el punto culminante de una época. Su belleza extraordinaria se destaca por la calidez y el fulgor de su paleta, así como por la eficacia de las grandes figuras retroiluminadas, dispuestas de manera audaz para crear un espacio circular alrededor del sacramento, con ángeles que revolotean sutilmente en las tonalidades claras y veladas que emana la custodia.

La iconografía de la obra refleja cómo la Iglesia defendía la conversión de las sustancias del pan y el vino eucarísticos en el cuerpo y la sangre de Cristo, en contraste con las negaciones de diversos grupos protestantes.

Esta intervención y minucioso estudio de la obra han revelado datos previamente desconocidos. Tras la eliminación del barniz amarillento y denso que cubría la pintura, se han recuperado detalles fundamentales como la firma y la fecha de creación. Además, han surgido a la luz matices, contraluces, veladuras y aguadas, desvelando una calidad y técnica excepcionales que han permitido un análisis exhaustivo de esta etapa sobresaliente del artista.

La Archicofradía Sacramental del Sagrario y, en consecuencia, la Catedral de Sevilla, indudablemente se han enriquecido con esta intervención. Ambas instituciones tienen el firme deseo de atender a las numerosas solicitudes para que las personas puedan acercarse a admirar la obra. De esta forma, la pintura podrá ser contemplada temporalmente en el Trascoro, brindando el deleite a todos los visitantes de la catedral.