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La música es la gran protagonista de la agenda cultural del fin de semana en Sevilla con el arranque del ciclo «Noches de verano en el Palacio de los Marqueses de la Algaba» que ofrecerá hasta 14 conciertos todos los jueves y viernes de los meses estivales (del 13 de julio al 25 de agosto), y que se suma a las «Noches en los Jardines del Real Alcázar».
Además, la representación de «La violación de Lucrecia» en la Torre de Don Fadrique, las visitas guiadas teatralizadas al Real Alcázar y la oferta expositiva de los espacios municipales, completan una agenda cultural variada y destinada a todos los públicos que invita a disfrutar de la cultura al aire libre en entornos patrimoniales con la mayoría de las actividades.
La agenda cultural del finde en Sevilla y su variedad
Cabe destacar el ciclo «Noches de Verano en el Palacio de los Marqueses de la Algaba», cuyo arranque es la principal novedad de las propuestas culturales de la semana. Con el objeto de «acercar mucho más el Palacio al ciudadano» y difundir así el patrimonio de la ciudad, los Marqueses de la Algaba acogerá conciertos de muy diversos estilos musicales para un público de todas las edades y gustos armónicos.
El viernes 14 el concierto correrá a cargo del grupo Masharabiya que recopila las músicas de todo el arco mediterráneo, desde Siria hasta la tradición italiana, pasando por la rica variedad musical generada en los Balcanes y en el Magreb africano.
Todos los espectáculos comenzarán a las 22:00 horas y la entrada será gratuita hasta completar aforo.
Flamenco, Música Antigua, Clásica y guitarra eléctrica en Factoría Cultural y los Jardines del Alcázar
El viernes 14, Lucía Beltrán pondrá la nota flamenca acompañada de Patrocinio hijo, Francis Gómez Cruzado y Paco Cruzado a la guitarra en «Un paseo por el cante», un recorrido por palos como la nana, los cantes de levante, la vidalita, el abandolao, la zambra, las bulerías por soleá, la alegría y los fandangos.
Por otra parte, el sábado 15 sonará el grupo Al Cor Gentil, compuesto por Julia Chiner (vielas y sinfonía), Abdelaziz Samsaoui (kanun, ud, saz) y Cristina Alís Raurich (organetto), que en «La querela di Ezequiela» reivindican la dignidad y el reconocimiento de las mujeres con una visión historicista de la música antigua que practican.
Las entradas para estos conciertos, que darán comienzo a las 22:30 horas, se pueden adquirir al precio único de 7 euros en la web de la actividad. Las que sobren se pondrán a la venta en la taquilla el mismo día de los conciertos.
Además de estos espectáculos, el Real Alcázar sigue siendo el escenario de las visitas nocturnas teatralizadas que realiza la compañía Teatro Clásico de Sevilla bajo la temática «Mujeres olvidadas en la historia del Real Alcázar» y cuyas entradas pueden reservarse en la web oficial del monumento (alcazarsevilla.org).
Los pases, con grupos de 40 personas como máximo, tienen lugar los jueves, viernes y sábados y, hasta el mes de septiembre, los horarios de estos son a las 21:00, 21:30, 22:00 y 22:30 horas. Además, como novedad, este año se ofrecen audioguías específicas para la visita teatralizada en inglés para visitantes extranjeros.
Teatro Clásico en la Torre de Don Fadrique
La Torre de Don Fadrique vuelve a ser escenario del montaje teatral «La violación de Lucrecia», de Teatro Clásico de Sevilla, que podrá verse de martes a sábado, hasta el 29 de julio, a las 22:00 horas. La obra, dirigida por Alfonso Zurro, es una adaptación de un poema de William Shakespeare sobre un suceso histórico ocurrido en Roma 500 años a.C., descrito por poetas e historiadores romanos como Ovidio y Tito Livio: la violación de una dama romana, llamada Lucrecia, por parte del príncipe Tarquino.
Las entradas podrán adquirirse hasta media hora antes de cada espectáculo en el propio espacio, o bien de manera online en este enlace.
Exposiciones en la agenda cultural del finde en Sevilla
El Espacio Santa Clara concentra gran parte de la oferta expositiva municipal, comenzando por OǀC Louvre Étranger, de la pareja artística OǀC, compuesta por Manuel Ortiz y Carla Carmona; una exposición que reúne un total de 123 fotografías de las dobles páginas intervenidas del catálogo de pintura extranjera del Louvre escrito por el crítico de arte, historiador y novelista francés Gustave Geffroy.
A partir de estas páginas, ambos han creado collages marcadamente conceptuales que se convierten en otro libro que da cuenta de lo acontecido sobre cada doble página y de sus relaciones, estructuradas en una serie de ejes como la forma, el género, la extranjerización, el juego del lenguaje o la identidad.
También puede visitarse en Santa Clara la exposición «Firmamentos interiores. Grandes formatos (2002-2020)», en la que el artista sevillano Luis Gordillo pone el acento en la creación de gran formato, con una veintena de obras realizadas en distintos periodos del siglo XXI y no expuestas anteriormente en Sevilla.
La muestra complementa la fórmula planteada en otra de las propuestas que acoge este equipamiento, en la Sala Luis Gordillo: «Manicromático. Transformaciones del color en la obra de Luis Gordillo», que se enfoca en el uso del color como uno de los recursos gráficos del artista.
Y cierra el catálogo de exposiciones en Santa Clara «Olontia, una mirada particular», que recoge una veintena de obras de artistas claves del arte contemporáneo español, que forman parte de la colección de la Fundación Olontia de Arte Contemporáneo (FODAC), con piezas firmadas por artistas como Atín Aya, Pérez Villalta, Carlos Pérez Siquier, Ricardo Cadenas, Pablo Picasso, Salvador Dalí o Joan Miró.
Por otra parte, Conceptual Andalusia [o el esfuerzo sin fin por entender mi condición filopátrica], del jerezano Juan del Junco, es la propuesta expositiva que habita la Sala Atín Aya; una aproximación al conjunto de proyectos del mismo nombre que el artista lleva desarrollando en la última década con la ornitología como protagonista y la fotografía como soporte fundamental.
Y en el Museo Bellver y Dolores Mejías, Colección Romántica y Costumbrista encontramos «Del Paisaje a la Abstracción Romántica», del artista Paco Broca, en la que muestra que el paisaje romántico deja de ser un mero escenario, un elemento decorativo en el que el hombre se erige como centro, para pasar por primera vez a ser protagonista.
Así, cobra vida y se convierte en una entidad simbólica, se le despoja de la razón y se le otorga espíritu, de forma que la naturaleza expresa el estado de ánimo y las inquietudes de quien las interpreta.