El Santísimo Cristo de las Misericordias mira a la Giralda/ Jaime Fernández Mijares

Hace un par de siglos la electricidad hizo un boom dentro de la sociedad y empezó a ocupar un lugar primordial en la vida y los negocios gracias a sus innumerables aplicaciones. En Sevilla, el 23 de marzo de 1860 se colocaron varias lámparas de arco en la azotea del Ayuntamiento, conectadas a una pila de Bunsen, como parte de un espectáculo amenizado por la Banda Municipal de Música.

En 1874, con ocasión de la Feria de Abril, se colocó una bombilla eléctrica a la altura de la antigua puerta de San Fernando, aunque existía un proyecto de 1870 para iluminar el real utilizando 500 lámparas de arco alimentadas por acumuladores, que fue rechazado por costoso y por presiones de la compañía de gas.​ En 1894 se fundaba la Compañía Sevillana de Electricidad que dos años más tarde ya contaba con 484 abonados y en 1899 comenzó a circular el tranvía eléctrico en nuestra ciudad.

En este contexto de inusitada novedad, la Semana Santa tampoco fue ajena a la llegada de la electricidad. Para sorpresa de los sevillanos, el martes 10 de abril de 1906 el Cristo de las Misericordias de la Hermandad de Santa Cruz lució sobre su cabeza un círculo cristalino iluminado eléctricamente, contrastando tal brillantez con la escasa iluminación del resto del paso.

Para saber más: además de su colección de prensa escrita sevillana, la Hemeroteca Municipal de Sevilla ha logrado reunir a lo largo de los años una nutrida colección de programas de mano relativos a la Semana Santa que pone a disposición de investigadores y curiosos.