Jarro de agua fría en el Villamarín en un partido que el Betis ganaba a falta de un minuto para el final y que Pandiani empató con un golazo tras un error en cadena del equipo de Pepe Mel.
Poco se puede decir de una primera parte donde ocurrieron muy pocas cosas. El Betis salió adormilado y sin intensidad. El Espanyol sólo generaba sensación de peligro con Coutinho, pero tampoco es que acosara en demasía el portal verdiblanco. En estos derroteros siguió la primera parte, acercamientos por parte de uno y otro equipo pero sin nada que llevarse a la boca.
La segunda parte fue otra historia. El Betis despierta de su letargo y mete una marcha más al partido. Al Espanyol no le gusta este partido tanto como el de la primera mitad y se siente incómodo. Mel lo ve rápido y empieza a mover el banquillo con celeridad. Da entrada a Pereira y poco después a Pozuelo. El gallego genera peligro y movilidad. Poco después es Salva Sevilla el que sale para dar el último pase.
Aún así, sigue el Betis sin generar demasiado caudal ofensivo. No pone cerco a la portería espanyolista. Tampoco el Espanyol se acerca aunque obliga a intervenir a Fabricio con disparos lejanos.
En el último cuarto de hora, se precipitan los acontecimientos. En el 38, una buena jugada de Pereira genera un pase envenenado que remata Rubén al fondo de las mallas. 1-0. Con muy poco, el Betis se ponía en ventaja y dejaba encarrilado el partido.
Aprietan los dientes los de Pochetino que aculan al conjunto verdiblanco sobre su área. Una buena contra verdiblanca genera otra ocasión más. Pereira pone un pase con potencia y el rechace lo recoge Salva que remata alto. Responde el Espanyol. Roba un balón comprometido y Coutinho se la deja a Didac para que éste lance al lateral de la red.
Se entran en los momentos comprometidos del encuentro. El Espanyol se desespera y no encuentra fluidez a pesar de dominar la pelota. El Betis parece cómodo defendiendo. Pero la concatenación de errores le va a costar dos puntos de oro. Pérdida otra vez en situación comprometida, esta vez es Pozuelo, y el pase de Javi López no aciertan a despejarlo ni Nelson ni Pereira, queda el balón muerto y Pandiani, que había salido por Ruí Fonte la pone imposible para Fabricio. Empate y desolación.
Empate amargo del Real Betis que suma un punto más sobre el descenso pero que se deja dos en el último suspiro. El domingo, final contra el Rácing.