Ambos dirigentes se han interpelado esta mañana en la primera sesión de control al Ejecutivo autonómico tras las elecciones generales del 20N.
El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, ha puesto en valor en el Parlamento autonómico que «Andalucía está capitalizada en lo físico, lo humano y lo tecnológico para salir adelante una vez se supere la crisis», apostillando que se recobrará la senda del crecimiento económico en cuanto se logre resolver la situación global existente.
En la habitual sesión de control, Griñán ha reflexionado que la Andalucía de hoy nada tiene que ver con la de hace 30 años, cuando se inició la autonomía. «La de hoy es una Andalucía con alta velocidad, con autovías, puertos y aeropuertos; es una Andalucía en la que un tercio de su población activa posee estudios superiores, en la que nunca antes existía como hoy un conjunto de emprendedores que están ganando mercado en el exterior, y todo eso es hacer economía sostenible».
Una economía sostenible que se apuntala en los Presupuestos de 2012, que en vez de decrecer como es la tónica en otras autonomías, apuestan por aprovechar la situación de ahorro y austeridad registrada en los últimos años, con crisis y antes de ella, para invertir esas reservas y no tener que aplicar recortes que menoscaben el Estado del bienestar, ha manifestado.
«Hemos configurado los Presupuestos para 2012 conscientes de que nuestro nivel de endeudamiento es menor que el de otras comunidades autónomas, por lo que al no tener que pagar tantos intereses por la deuda contraída, podemos dedicar más inversión a educación, sanidad y demás políticas sociales», ha explicado el presidente. Y agrega que «el presupuesto elaborado pretende dar respuesta a muchos de los problemas de los ciudadanos», aunque añade que las proporciones de la crisis son tales que «desde Andalucía hacemos lo que podemos y debemos», pero la solución definitiva debe llegar de estamentos superiores.
En lo tocante a Andalucía, Griñán ha dejado claro cuál es su modelo de crecimiento económico, que parte de la premisa de la necesidad urgente de crear empleo. «No podemos competir si no invertimos más en I+D+i, y lo haremos aumentando su partida un 7,5%; sin seguir fomentando las exportaciones, y se está logrando; además, el Gobierno andaluz se está convirtiendo en una especie de banco de crédito público para que los empresarios puedan obtener la liquidez que la banca no les puede ofrecer por la crisis; y estamos abogando porque nuestros sectores productivos y nuestro turismo hagan más y mejor lo que saben hacer, sin desdeñar incluso el sector de la construcción, que también tiene estímulos fiscales para ayudar a su recuperación». «Con todo esto, que no es mucho, estamos intentando estimular la economía andaluza», ha reconocido el presidente.
En paralelo, ha destacado que hay que cumplir con el objetivo de déficit marcado y, sobre todo, «con el sistema de protección social, que es de todas las familias andaluzas». Griñán ha querido así reiterar su discurso de que las políticas sociales en educación, sanidad, dependencia y demás derechos sociales siguen siendo, junto a la creación de empleo, los ejes que guían su política.
La situación “insostenible” del paro
Mientras tanto, el presidente del Partido Popular andaluz, Javier Arenas, volvió a mostrar su preocupación por la situación «insostenible» del 1,2 millones de parados andaluces, que se extiende por todos los sectores productivos de la región «menos en el Sector público y la Administración paralela», y que el Gobierno socialista de Andalucía hace crecer en los Presupuestos de la Junta para 2012, así como por el continuo cierre de numerosas empresas.
Durante el primer debate parlamentario tras las pasadas elecciones generales del 20N en las que el presidente del PP, Mariano Rajoy, alcanzó la mayoría absoluta con 186 escaños, Arenas felicitó a todos los andaluces por la alta participación, y mostró su reconocimiento al PSOE e IU por sus resultados en las Cortes Generales. Al hilo de esto, el líder del PP andaluz reprochó a Griñán «pedir en una tarde lo que en ocho años no ha pedido a Zapatero», refiriéndose a una proposición no de ley del PSOE en la que solicita al presidente entrante del Gobierno de España, Mariano Rajoy, 800 millones de euros para un plan de empleo en la Comunidad, la cual se debatirá esta misma tarde en la Cámara, «cuando ha estado ocho años sin demandarlo al Ejecutivo de Zapatero.
«Le vuelvo a pedir un debate profundo con todas las consecuencias sobre los problemas de Andalucía y le ofrezco diálogo para todo lo bueno que podamos hacer por Andalucía en estos meses», antes de las elecciones autonómicas, «porque será apreciado por los andaluces», destacó Arenas, quien reprochó a Griñán que solo se ha dedicado a hablar de economía sostenible, mientras que ha presentado unos presupuestos para 2012 que «no se sostienen ni en los ingresos ni en los gastos».
En este sentido, criticó que tanto el modelo productivo de Zapatero como el de Griñán «ha fracasado», por lo que preguntó al líder de los socialistas andaluces cuál es «su modelo alternativo». Por esto, Arenas abogó por unos nuevos presupuestos que generen confianza en la gestión de la Junta, si bien esto no sucederá, a su juicio, hasta que se sepa «toda la verdad en el asunto de los ERE», refiriéndose al escándalo de corrupción de las falsas prejubilaciones que asciende a más de 670 millones de euros, y que deberían haberse destinado a políticas de empleo en Andalucía.
Asimismo, aseguró que los inversores no vendrán a Andalucía hasta que haya confianza, buena gestión y unos presupuestos reales. «Usted no ejecuta los presupuestos sociales y no paga, eso son los recortes sociales que hace a diario», criticó el número uno del PP andaluz, quien propuso a Griñán la creación de un grupo trabajo conjunto para «garantizar un plan de pago a proveedores y para que haya seguridad de que se paga, gane el PP o PSOE en las elecciones autonómicas».
Por último, el presidente del PP andaluz calificó de «tropelía» la nueva norma que impide a los alcaldes ser diputados autonómicos, una iniciativa que a su juicio, «cambia las reglas del juego democrático para expulsar a los alcaldes populares» de la Cámara andaluza sin el consenso con el resto de formaciones políticas, concluyó.