Francisco Serrano, junto a miembros de Vox en la Junta

• Serrano (Vox) considera que la sentencia de La Manada está «cargada de condicionantes mediáticos y políticos»

El presidente de Vox en el Parlamento andaluz, Francisco Serrano, ha defendido este domingo que se «ha limitado» a criticar «a título personal» la sentencia condenatoria por agresión sexual a los cinco miembros de ‘La Manada’, la cual fue dictada «bajo la presión mediática de grupos que poder que quieren imponer sus prejuicios».

Así lo ha expresado Serrano después de que este pasado sábado lamentara la decisión del Tribunal Supremo (TS), organismo que les condenó por un delito de agresión sexual y no de abuso sexual como sí se hizo en primera instancia, dado que, en su opinión, la sentencia apunta que «hasta un gatillazo podría terminar con el impotente en prisión».

Fruto de estas declaraciones, en la tarde de este pasado sábado, el portavoz parlamentario de Vox en Andalucía, Alejandro Hernández, desvinculó al partido de las palabras de Serrano señalando su «máximo respeto por las resoluciones de los Juzgados y Tribunales».

En este sentido, el líder de Vox en Andalucía ha difundido este domingo un comunicado en su cuenta de Twitter tras borrar la polémica publicación de sus redes sociales subrayando que «en ningún momento ha defendido a los miembros de La Manada» porque son «unos machistas con los que de forma maliciosa se ha querido identificar a la población masculina heterosexual española».

Así, ha reiterado que se ha «limitado» a «hacer crítica de una sentencia en base a una circular de la propia Fiscalía General del Estado, la Circular 1/2018, sobre cuestiones que suscita la nueva regulación de segunda instancia en materia penal». Al hilo, ha afirmado que «agravar la pena o condenar a un absuelto en primera instancia, va en contra del principio de inmediación en la apreciación de la prueba», por lo que «hubiera sido necesario repetir el juicio ante el Supremo, o la práctica de toda la prueba y la audiencia de los acusados».

«Puedo hablar con propiedad sobre la materia, pues precisamente esa fue la causa por la que se anuló mi condena por prevaricación dolosa ante el Tribunal Supremo por parte del Tribunal Constitucional», ha expresado a la par que ha señalado que «de forma quizás inapropiada y no comprendida he querido advertir de las graves consecuencias que una interpretación literal de esta sentencia puede conllevar de futuro para la relaciones entre hombres y mujeres».

Precisamente, ha dicho estar en contra de «violadores y maltratadores» pero, ha continuado, «también defiendo que han de ser juzgados en un proceso penal con todas las garantías». «A un violador o maltratador, se le debe imponer la Ley con toda la severidad, proporcional al daño infringido a su víctima. Por ello, en muchas ocasiones, incluso sería necesario agravar las condenas e imponer la pena de prisión permanente revisable», ha explicado.