Dos universidades andaluzas tratan ayudar a erradicar la violencia de género. Hoy día 25 de noviembre se celebra el Día Internacional de la eliminación de la violencia de género. La Universidad de Sevilla ha diseñado un sistema de localización y una plataforma TIC para proteger a las mujeres maltratadas. Además un estudio de la Universidad de Córdoba revela que ya en los jóvenes hay conductas de dominio y sumisión.

Sevilla Actualidad/Andalucía Investiga. 25 de noviembre. Día internacional contra la violencia de género. La sociedad al completo está cada día más concienciada contra la violencia de género, pero aún queda mucho por hacer. Es por eso que este es un tema recurrente en las investigaciones y estudios realizados por las Universidades de Andalucía.

En estas líneas se exponen dos de los proyectos vinculados directamente con esta temática. Uno trabaja en la creación de un sistema de localización para saber si los maltratadores incumplen la orden de alejamiento. El otro demuestra que los jóvenes se comportan con cierta violencia a la hora de manterer sus primeras relaciones sentimentales. Una muestra de que la investigacón es más social que nunca.

Cortejo con conductas violentas

Un estudio realizado por un grupo de investigadoras del Departamento de Psicología de la Universidad de Córdoba revela que los jóvenes se implican en formas de dominio y sumisión, ya en sus primeras relaciones sentimentales.

Éste es uno de los resultados que arroja un estudio piloto en el que han participado 253 chicos y chicas cordobeses de entre 13 y 19 años y en el que se ha tratado de profundizar en la seducción entre adolescentes, y en cómo en ciertas formas de cortejo se incluyen conductas agresivas. El trabajo revela que el 50% de los varones admite ser partícipe ocasionalmente de alguna agresión psicológica, frente al 51% de las chicas; mientras las agresiones físicas son admitidas por el 25,6% de los adolescentes y el 31, 3% de las féminas. «La diferencia entre chicos y chicas es mínima y las cifras nos revelan cómo ambos son víctimas y agresores», señala Carmen Viejo, autora de la tesis de la que se desprenden los datos.

Bajo el título la Violencia en las relaciones sentimentales adolescentes: un estudio exploratorio en jóvenes cordobeses, este análisis ha servido a este grupo de investigadoras para sentar las bases y validar los instrumentos utilizados y así trasladarlos a una investigación de ámbito autonómico en la que participan casi 4.000 jóvenes andaluces, que concluirá el próximo año. Los datos regionales se enmarcan dentro del proyecto de I+D Violencia y Cortejo Juvenil: un estudio psicoeducativo, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación en su Plan Nacional.

La coordinadora del proyecto, Rosario Ortega, explica que la importancia de estos resultados radica en que falta atención social sobre estos factores relacionados con la violencia que se da en el inicio de la pareja. «Partimos de una hipótesis en nuestra investigación que denominamos con la expresión inglesa dirty dating (relación sucia). Y es que muchas veces los adolescentes emprenden relaciones sentimentales en las que se crean dinámicas de dependencia, dominio y sumisión, implícitas en el propio ritual del cortejo que se desarrolla durante el noviazgo de los que no se tiene conciencia», explica la profesora Ortega.

Las conductas cambian. Más allá de estas relaciones en las que se constata que ambos miembros de la pareja contaminan el trato mutuo, lo que sí asegura Virginia Sánchez Jiménez, miembro de este grupo de investigación, es que llega un momento en la edad adulta temprana dónde los roles posiblemente cambian: ella, que en principio se involucró como él en conductas de dominio-sumisión, se mantendría en la faceta de víctima y él reforzaría su conducta dominante. «Suponemos que hay un salto en esas edades que provoca que esa rutina «sucia» se desequilibre a favor del varón, bien porque es más fuerte, bien porque la sociedad está continuamente reforzando actitudes machistas. Por eso creemos que debemos indagar en la presencia de estos comportamientos agresivos ya desde el cortejo, y lo que vamos encontrando resulta paradójico, pero es posible que hallemos explicación en el proceso evolutivo desde la pareja adolescente a la pareja estable», afirman las investigadoras. De ahí que uno de los objetivos del trabajo haya sido indagar en la presencia de conductas violentas en los años adolescentes.

Paralelamente, este grupo de expertas está elaborando un modelo educativo para prevenir la violencia en el noviazgo de los más jóvenes. «Una vez descubramos las claves de este fenómeno, queremos aportar pautas para su prevención«. De hecho ya tienen diseñado y están poniendo en práctica un programa específico para que los chicos aprendan a ligar y mantener relaciones sentimentales en las que diferencien el amor de las conductas de dominio y otras formas de agresión psicológica y física.

Las investigadoras de este estudio integran el Laboratorio de Estudios sobre Convivencia y Prevención de la Violencia (LAEVOCI) y acometen otras investigaciones relacionadas con fenómenos como el bullying y el cyberbullying.

Localización permanente

El grupo de investigación ACE-Ti (Aplicaciones cibernéticas de la electrónica y las tecnologías de la información) de la Universidad de Sevilla, trabaja en un proyecto tecnológico (denominado Fénix) cuya finalidad es crear un sistema de localización permanente y una plataforma TIC para proteger a las víctimas de la violencia de género.

“En el sistema que estamos desarrollando, complementamos la tecnología GPS por la tecnología bluetooth, lo que nos permite saber si el maltratador está incumpliendo la orden de alejamiento de la víctima en el interior de un edificio, por ejemplo, en un centro comercial”, explica Federico Barrero, responsable del proyecto. “La víctima lleva un dispositivo móvil que le va a alertar cuando el maltratador esté incumpliendo una orden de alejamiento. La idea es avisar a la policía o a los sistemas de emergencia y a la propia víctima, para que conozca la proximidad del posible agresor”, comenta. “Todo esto mediante comunicaciones inalámbricas, sin cables de por medio, complementando la tecnología GPS con bluetooth”, añade.

Mediante tecnología bluetooth se detecta la presencia del maltratador cerca de la víctima y se manda esa señal a un dispositivo fijo o baliza que estaría en el interior de un edificio. Este dispositivo fijo está conectado a Internet, de tal manera que puede enviar la señal a los servicios de emergencia. “Pensamos que trabajar con la tecnología bluetooth es una manera fácil de introducirse al mercado, ya que cubre una necesidad existente: la localización de personas en el interior de los edificios”, declara Federico Barrero.

Origen.Iniciamos el proyecto con dos objetivos. El primero es el desarrollo de una sistema de localización basado en tecnología GPS que la empresa Visión, Sistemas de Localización, S.L., nos subcontraría a través de la Fundación de Investigación de la Universidad de Sevilla (FIUS). El segundo es la creación de una plataforma web que ofrezca servicios orientados al colectivo de mujeres víctimas de la violencia de género”, afirma Federico Barrero García, profesor titular de la Hispalense y responsable del proyecto.

“El proyecto al final se ha extendido más”, asegura Barrero. “Aparte del sistema originalmente planteado, estamos desarrollando un sistema de localización indoor”, añade el responsable de la investigación. Actualmente, en el mercado existen sistemas de localización basados en tecnología GPS. Se trata de dispositivos que alertan a la víctima de la proximidad del agresor. Este tipo de herramientas, tal y como asegura Federico Barrero, presenta un inconveniente, ya que “es muy útil en espacios abiertos pero no en el interior de los edificios donde se pierde la cobertura”.

Más aplicaciones. Los investigadores del Proyecto Fénix aseguran que la tecnología que investigan puede tener más aplicaciones. “Desarrollamos una tecnología que, en principio, la enfocamos a un colectivo muy concreto, el de las mujeres víctimas de la violencia de género, pero después nos hemos dado cuenta de que tiene mucha más versatilidad”, asegura el Prof. Barrero. “Queremos dar servicios también a otro tipo de colectivos, en concreto, estamos pensando en discapacitados visuales”, comenta Federico Barrero, “Para este colectivo es muy útil el sistema que estamos planteando, ya que es capaz de transformar toda la información visual en información sonora”.

El Proyecto Fénix, financiado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio gracias al Subprograma Avanza I+D, se encuentra aún en fase experimental. “Queremos terminar de desarrollar los prototipos de sistemas fijos de localización a finales de este año o principios del año que viene”, puntualiza Federico Barrero. “Pretendemos concluir este proyecto con un producto comercializable, eficaz para complementar los sistemas GPS existentes y hacer cumplir las órdenes de alejamiento, convirtiendo este producto en líder y referente a nivel mundial”, concluye el investigador.

En el proyecto, además del grupo de investigación ACE-Ti de la Hispalense, liderado por Sergio Toral Marín, también interviene la profesora María del Rocío Martínez Torres, profesora del máster oficial en Estudios de Género y Desarrollo Profesional de la Universidad de Sevilla, y María de los Ángeles Serrano Ochoa, abogada en ejercicio, letrada del turno de oficio sobre violencia de género y asesora jurídica del teléfono 016 en Andalucía.

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Licenciado en Periodismo y Máster en Sociedad, Administración y Política, puso en marcha el 'Proyecto Deguadaíra', germen de Sevilla Actualidad. Ha pasado por El Correo de Andalucía, Radio Sevilla-Cadena...