El primero de los detenidos con el que los agentes estaban interviniendo, se trata de un hombre de unos 50 años de edad y que cuenta con otras 50 detenciones anteriores. Una llamada al 092 le describió como la persona que estaba perpetrando el robo en el interior de un turismo estacionado en la calle Felipe II. Mientras el operador del 092 mantenía contacto con la persona que avisó, una patrulla se personaba en el lugar pudiendo detectarle cuando abandonaba el lugar en una bicicleta. Lograron darle alcance a escasos metros del lugar y recuperar los objetos que fue arrojando en su huida.
Cuando estaban terminando de inspeccionar el vehículo en el que el detenido, que estaba asegurado en el interior del patrullero, había sustraído objetos, se estaba produciendo otro robo en la zona. En esta ocasión en un restaurante mejicano ubicado en las inmediaciones del lugar en el que se encontraban los agentes.
Por la emisora policial la Central del 092 aportaba la descripción de hombre que acababa de cometer este segundo robo. En esos instantes, los agentes pueden ver cómo procedente esa zona se aproxima un joven que coincide con esa descripción y que, evidentemente, no esperaba la presencia de los agentes.
Al percatarse el que sería también detenido, un varón de unos 27 años y con 26 detenciones anteriores, trató de ocultarse la cara para evitar ser reconocido. Los agentes le interceptaron pudiendo localizarle entre sus pertenencias documentación y objetos que correspondían al citado restaurante.
Mientras otra patrulla trasladaba al primer detenido a dependencias policiales, se trasladaron con el segundo al restaurante, en el que pudieron comprobar que tenía las puertas forzadas y todo el interior revuelto.
De esta forma, ambos detenidos fueron trasladados a dependencias policiales para ser puestos a disposición judicial posteriormente por dos asuntos distintos pero que coincidieron en el lugar y el momento de producirse.
Conclusión: el primero ha pasado a tener 51 detenciones y el segundo 27. Suman y siguen.