Angels Barceló, periodista desde los 20 años, dirige Hora 25, el programa radiofónico de la Cadena SER líder de las tardes. La barcelonesa detesta al término “postverdad” y no entiende como la Real Academia Española lo ha aceptado. Ella prefiere la palabra “mentira” para definir aquello que no es verdad.

Llega a sede Rectora Rosario Valpuesta de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona bajo un calor sofocante. Aun así, reconoce la belleza de lugar, la casa palacio de los Briones del siglo XVI. Una veintena de periodistas aguardan su conferencia “La verdad y la mentira en los medios privados” que comienza con algo de retraso. Barceló cumple con las expectativas y desgrana situaciones inverosímiles. La periodista catalana asegura que personas de su círculo independentista han dejado de escucharla porque no les gusta la verdad. «Ellos se lo pierden», bromea.

¿Qué diagnóstico tiene usted del periodismo que actualmente se hace en España?

Veo un momento complicado. El momento con más mentiras en las redes, con la gran fuerza que tienen, se une a la mayor precarización de las redacciones. Un trabajo que antes era evidente comprobar, contrastar, preguntar todo, pues ahora no se hace. Entonces la mentira corre mucho más rápido.

En la era de la postverdad (corrijo ­–de la mentira–). ¿Creerse una noticia es un acto de fe? ¿Qué podemos hacer los periodistas para ganar credibilidad?

Insistir, insistir e insistir. Picar piedra. Yo cada día hago mi trabajo, cada día desmonto las mentiras. «El PP no ha sido condenado». No señores. El PP sí ha sido condenado. «Es que a Pedro Sánchez no lo ha elegido los ciudadanos». A ningún presidente lo elige los ciudadanos.

¿Cómo ha afectado a los medios tradicionales la irrupción de nuevos medios digitales serios como eldiario.es o El Confidencial?

Son medios potentes y que trabajan. No tiene nada que ver con lo que circula por las redes. Las últimas noticias que han costado el puesto a algunos políticos las han publicado estos medios. Olé por ellos.

Hizo usted paro en la huelga del 8M. ¿Qué papel tiene que jugar o está jugando el periodismo en la lucha por la igualdad? ¿Es posible un periodismo feminista?

Es muy importante y ahí quedó demostrado. En la movilización de las periodistas del 8M no eramos consciente de la fuerza que teníamos nosotras solas, que siempre íbamos acompañadas. Ese día se demostró la fuerza que tiene la mujer. En muchas redacciones somos mayoría. El problema es que no estamos en los despachos. Nos dimos cuenta de lo que podemos hacer yendo juntas.

El nuevo gobierno llega con aires renovados. ¿Para el periodismo y la información también? ¿Qué retos le pone, por ejemplo, con RTVE?

Yo espero que sí. Que esta losa que nos hemos quitado de encima -porque, seas socialista o no, es un  losa-, capilarice hacia todos los sectores de la sociedad y la prensa sea otra. También Televisión Española.

La mentira es antítesis de periodismo. ¿Se ha aceptado que hay periodismo de trinchera en el que todo vale para ganar?

Esto es lo que nosotros mismos tenemos que denunciar y ponerlo en evidencia. Lo que pasa es que a los periodistas nos cuesta hablar mal de compañero. Pues si lo hace mal, habrá que decirlo. Creo que tenemos que quitarnos este complejo de encima.

¿Los ciudadanos han incrementado en nivel de exigencia con la prensa como lo han hecho con la política?

Con la prensa no. La gente busca en la prensa lo que piensa el propio ciudadano. Y eso no es posible.

Licenciado en Periodismo. Actualmente en Sevilla Actualidad y La Voz de Alcalá. Antes en Localia TV y El Correo de Andalucía.