Sevilla repite un año más como la ciudad andaluza con más denuncias por negligencias médicas, según los datos del Defensor del Paciente. A nivel nacional, El Virgen del Rocío repite en el segundo puesto, tan solo por detrás del 12 de Octubre de Madrid.

Andalucía es la segunda comunidad autónoma más denunciada, con 2289 casos, 102 de ellos con resultado de fallecimiento. A pesar de ello, ha registrado 332 denuncias menos que en 2022. De estos 2289 casos de negligencias médicas, 728 recaen en los hospitales de Sevilla. El Virgen del Rocío es el centro sanitario de la capital y de Andalucía que más casos acumula; el Macarena, por su parte, copa el tercer puesto en denuncias por negligencias. La primera razón para las reclamaciones es la lista de espera, seguida por la cirugía general, urgencias, traumatología y ginecología y obstetricia.

La Memoria de El Defensor del Paciente llama la atención sobre «la asignatura pendiente» en Andalucía sobre la lista de espera e indica una «demora devastadora» en quirúrgica, «la peor de su historia con 192.561 personas, con una media de 139 días».

Prótesis de rodilla, histerectomía, prótesis de cadera y juanetes son las cirugías con más dilación por este orden y afirma que «la evidencia es que la sanidad andaluza se encuentra en su peor momento», mientras apunta a que «más de 800.000 pacientes aguardan primera consulta». Ante esta situación recomienda al Gobierno andaluz realizar una auditoría que «aclare tal desaguisado» y diseñar un plan para aligerar pacientes de la nómina de cirugías pendientes.

Nivel Nacional

En el conjunto de España, los casos más habituales par reclamar se han producido por mala praxis: intervenciones mal realizadas, altas precipitadas, atención deficiente, infecciones hospitalarias, retrasos en ambulancias, entre otros. Pero la principal razón se debe al error de diagnóstico y la pérdida de oportunidad terapéutica. Por tanto, a lo largo del año se reclamaron 33 casos al día de mala praxis médica.

Desglosando por especialidad y proceso, se recibieron un total de 286 casos de personas que se sometieron a una intervención de cirugía plástica, reparadora y estética con resultado insatisfactorio, 47 casos menos que el año pasado.

Desde el Defensor del Paciente piden estudiar la fórmula para que, antes de llevar a cabo una intervención de cirugía estética, exista una coordinación entre el servicio de cirugía plástica y el servicio de salud mental, con el objeto de evaluar y así descartar a personas con algún trastorno de este tipo mediante un estudio psicológico.

«Sería conveniente regularizar que todos los especialistas de cirugía estética recibieran una formación concreta para capacitarles de cara a efectuar una evaluación de los pacientes que atienden y quieren someterse a una operación», han defendido desde la asociación.