Niños disfrazados en una de las actividades de la Fundación Balia. SA

Nueve de cada diez familias que residen en el distrito Cerro-Amate lo hacen en situación de pobreza. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la zona se posiciona como la tercera más pobre de España. Entre las desigualdades a las que se enfrentan diariamente estas personas, la Fundación Balia emerge como un faro de esperanza, especialmente para los menores que se ven afectados por las adversidades económicas y académicas.

El barrio, habitado por familias mayoritariamente españolas (57%), así como por familias latinoamericanas (26%) y marroquíes (9,5%), enfrenta una dura realidad económica que se refleja en las vidas de los menores que allí residen. Desde 2014, Balia enfoca sus esfuerzos en cerrar la brecha educativa y social que amenaza con perpetuar el círculo de pobreza.

Desde su inicio, han atendido las necesidades educativas, psico-afectivas y el desarrollo de habilidades sociales de 2064 menores de Cerro-Amate. Su trabajo se ha expandido, pasando de apoyar a 60 niños a trabajar con 331, provenientes de 20 nacionalidades distintas.

Falta de atención familiar en los menores

Los desafíos a los que se enfrentan estos niños son diversos. Desde carencias económicas hasta dificultades académicas, así como situaciones familiares complejas. Con empleos poco cualificados y horarios incompatibles con la atención a sus hijos, muchos padres se ven obligados a dedicar largas jornadas laborales. Esto deja a los niños con falta de atención familiar en un 42% de los casos, y en el 32%, deben asumir responsabilidades como el cuidado de hermanos menores o abuelos.

La Fundación Balia se ha convertido en un pilar esencial para estos menores, proporcionando actividades de refuerzo escolar, desarrollo de hábitos saludables, habilidades emocionales, resolución de conflictos y educación en valores. Su impacto es evidente: el 99% de los niños acompañados por la fundación logran el éxito académico, y el 100% mejora sus habilidades emocionales y cívico-sociales. Además, el 90% experimenta mejoras en habilidades digitales, esenciales en la sociedad actual.

Plan de transformación digital

En el último año, la Fundación Balia ha emprendido un ambicioso plan de transformación digital, aprovechando las nuevas tecnologías para mejorar la gestión y atención a los menores y sus familias. Gracias a fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España, la fundación ha implementado herramientas que permiten registrar información en tiempo real, analizar datos para automatizar procesos y tomar decisiones de manera ágil.

Para Beatriz Sigüenza, directora General de la Fundación Balia, estas acciones no solo optimizarán la gestión interna, sino que también beneficiarán directamente a los niños y sus familias. La digitalización, según Sigüenza, será inclusiva y garantizará que los esfuerzos de la fundación sigan marcando la diferencia en la vida de aquellos que más lo necesitan. La lucha contra la pobreza infantil en Cerro-Amate continúa, pero Balia demuestra que, con educación y apoyo, se pueden superar los obstáculos y construir un futuro más esperanzador para estos niños y jóvenes.

Periodista. Comunicando y aprendiendo de todo a mi alrededor. Involucrada en el periodismo social.