Archivo - Reales Atarazanas de Sevilla - EUROPA PRESS - Archivo

La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla ha dictaminado que «no procede» inspeccionar las obras las Atarazanas, después de que la Asociación para la Protección del Patrimonio de Andalucía (APPA) lo pidiera. El grupo asegura que sobre las obras pesa un «reformado» del proyecto pactado entre las autoridades y el colectivo para desjudicializar el conflicto derivado del diseño inicial.

Este jueves tuvo lugar una reunión entre APPA y un representante de la Oficina Municipal de Planificación Urbana, donde la asociación sostuvo que las obras han sufrido alteraciones sin contar con los informes necesarios de la Oficina y la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico. El departamento municipal declaró que no considera necesario realizar una inspección en el monumento, que cuenta con «vigilancia continua».

Según Joaquín Egea, portavoz de APPA, el problema radica en que, después de iniciar las obras en 2022, a partir de septiembre de 2023 se implementó una «modificación» del proyecto acordado entre las autoridades y la asociación para resolver el conflicto derivado del diseño original. Según Egea, un proyecto modificado requeriría una «nueva licencia» con todos los permisos asociados a esa figura.

Inspección de la Oficina

La asociación ha decidido solicitar que el servicio de Inspección de la Oficina visite el monumento para determinar si hay obras en curso que se ajusten a las supuestas modificaciones. En caso afirmativo, APPA señala que se debería tomar una decisión entre suspender completamente las obras, cuya finalización está programada para junio de 2024; o detenerlas exclusivamente en relación con los trabajos derivados del mencionado «reformado de proyecto».

Negativa de Urbanismo

No obstante, la Oficina de Urbanismo sostiene que «no es necesario realizar una inspección de la obra, ya que cuenta con licencia», y además, «se trata de una obra en un edificio de la Junta, que a través de su Delegación de Cultura tiene el control y supervisión del patrimonio y de esta obra». También argumenta que se trata de una obra con actividad arqueológica, por lo que está sujeta a una «vigilancia continua por los técnicos de la Consejería y sus arqueólogos».

Recientemente, Egea evaluó la situación del proyecto de restauración, que incluye restos de la antigua muralla almohade, siete naves de las atarazanas medievales del siglo XIII, restos del apostadero de la Carrera de Indias de los siglos XVI y XVII, y edificaciones de la Real Maestranza de Artillería de los siglos XVIII, XIX y XX.

Las obras comenzaron en febrero de 2022, tras un acuerdo entre la Junta, La Caixa y APPA para resolver el conflicto surgido en torno al diseño inicial del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra. Sin embargo, un juzgado suspendió provisionalmente la licencia de obras otorgada por el Ayuntamiento a raíz de una impugnación de APPA.

«Crimen patrimonial»

A pesar de que el proyecto original fue aprobado por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, APPA consideró que suponía un «crimen patrimonial». La larga negociación entre APPA y la Consejería de Cultura llevó a un acuerdo extrajudicial en diciembre de 2017, que implicaba modificaciones en el diseño original y la renuncia a ciertas medidas previstas.

Aunque la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico aprobó en octubre de 2021 la reforma del proyecto, APPA sostiene que el desarrollo de las obras no se corresponde con lo acordado en 2017, señalando problemas en el Hospital de la Caridad, limitación de excavaciones y reducción de la profundidad de las mismas. Egea critica la falta de atención a estas cuestiones y lamenta la falta de respuestas sobre posibles cambios en el proyecto final aprobado en 2021.

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