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A la pregunta de si está permitido o no tirar colillas a la calle, aunque la respuesta parezca evidente: «NO», la realidad muestra que, como mínimo, existe una laxitud en el conjunto de la sociedad alarmante. Un grupo de voluntarios recogieron este fin de semana más de 3000 restos de cigarrillos en menos de dos horas en la Calle San Jacinto para sensibilizar sobre el impacto tan negativo que tiene en la salud de todos.
La ordenanza municipal vigente prohíbe arrojar a la vía pública toda clase de residuos, estableciéndose que los cigarrillos deben apagarse antes de tirarlos en la papelera. No cumplir con dicha ordenanza se sanciona con una sanción leve que puede conllevar multas de entre 90 y 750 euros. Sin embargo, estas medidas disuasorias no funcionan.
Una inundación
Las colillas de cigarros inundan las calles de Sevilla y de muchas más ciudades. Por ello, en el marco de este problema, el pasado domingo se reunió en Sevilla un grupo bastante concienciado con el medio ambiente para recoger colillas con la iniciativa #ColillasChallenge. Durante dos horas recogieron 3000 colillas de cigarros en la calle San Jacinto de Triana.
Sevilla es una de las ciudades más visitadas a nivel europeo, es por ello por lo que en el centro de la ciudad se concentran bastantes bares, restaurantes y locales de ocio en los que los turistas y los propios sevillanos acuden para disfrutar del ambiente y la gastronomía de la ciudad.
#ColillasChallenge
El pasado sábado los activistas Quique ‘Bolsitas’ e Inma ‘Verde Limón’ pusieron en marcha la primera edición del #ColillasChallenge, un movimiento a nivel nacional que buscó visibilizar el problema que existe en muchas ciudades de España en esta materia. Los datos son irrefutables. Más de 30.000 colillas acumuladas en núcleos como Matalascañas (Almonte), Castro-Urdiales (Cantabria), Cáceres o Sevilla capital.
«No estamos pidiendo mucho, se trata de depositar en basura y papeleras. En este caso, los deshechos del tabaco. Nada más», sostiene Bolsitas, quien espera que, de la mano de la administración local, este reto se pueda combatir entre todos. «En general, existe una falta de conocimiento entre la población fumadora sobre la contaminación que produce una sola colilla. Cuando explicas que en agua dulce tarda en degradarse 50 años y en salada cerca de diez, se les nota que algo reflexionan», apunta otro de los voluntarios de la Calle San Jacinto.
Triana y el Río Guadalquivir
La elección en Sevilla del barrio de Triana responde a la cercanía al Río Guadalquivir. La mayoría de las colillas acaban en caudales fluviales y mares porque los filtros de alcantarillas y depuradoras no son capaces de separarlos del agua que vuelve a ellos. Así, con los tiempos anteriormente mencionados sobre su degradación, uno se puede hacer una idea del impacto tan negativo que tiene un gesto san simple y dañino como es tirar una colilla al suelo y, por ende, para nuestra salud.
Por lo tanto, mientras se siga fumando en espacios abiertos y vía pública, «la única manera de frenar este desastre contaminante es educar en valores a los niños, adultos, administración y ciudadanía en general».
¿Funcionaría una mayor presión policial?
Dada la cantidad ingente de colillas que uno puede encontrarse por las calles de Sevilla, aunque ninguno de los consultados por Sevilla Actualidad durante el evento del fin de semana conoce a nadie al que hayan multado por esta falta de civismo, no parece que la solución pase por más agentes patrullando.
«Necesitamos más y mejores papeleras y que no nos roben los ceniceros», explica un camarero de San Jacinto. «Nosotros barremos en cada turno, pero no damos a basto», apostilla. «Por mí, que se prohíba fumar en la calle y en terrazas, solo trae problemas de salud y suciedad», subraya un cliente de un velador.
Arte y conciencia
Para finalizar la actuación del #ColillasChallenge, los voluntarios dibujaron en el suelo del Altozano la silueta del Puente de Isabel II, conocido como ‘Puente Triana’. «Aquí contabilizamos todo lo limpiado en estas casi dos horas. Y miren ustedes, todo el agua del diseño rellenada con las colillas», comenta Inma ‘Verde Limón’.
Justo en ese momento, al caer la tarde, muchos viandantes se acercaron a contemplar el arte, las colillas y la estampa del Puente. «Demasiada belleza para ser despreciada. Cuidemos nuestro planeta. Nuestra ciudad»
Turismo
Uno de los problemas que provoca la visita de turistas, y de la población sevillana, es la cantidad de cigarrillos que la gente tira al suelo. El origen de este problema radica, sobre todo, en las terrazas de los bares, ya que fuera de los locales sí está permitido fumar, por lo que todos los fumadores se agrupan en el mismo espacio.
Muchas de las terrazas de estos bares no cuentan con ceniceros, o directamente las personas tiran los residuos al suelo. Pero Sevilla y sus restaurantes no se concentran solo en la calle San Jacinto, sino que en todo el barrio de Triana, y cruzando el puente, existen miles de colillas de cigarros que, muchas veces, terminan en el río Guadalquivir.