La Comisión de Hacienda del Ayuntamiento de Sevilla, celebrada este martes en sesión extraordinaria, ha aprobado una quincena de enmiendas promovidas por el PSOE frente al proyecto de ordenanzas fiscales para 2024, entre las que se encuentra el recargo en el IBI a los pisos vacíos de la ciudad. Ante ello, el Ejecutivo popular ha defendido su «talante negociador», mientras el PSOE asegura que ha logrado dar «la vuelta» a las ordenanzas e impedido un incremento fiscal que los populares niegan.

En concreto, la Comisión Municipal de Hacienda ha sometido a votación las 20 enmiendas promovidas por el Grupo socialista y las 36 de los ediles de Podemos e IU al proyecto de ordenanzas fiscales de 2024 del Gobierno local del PP, toda vez que el Grupo de Vox no había formulado ninguna enmienda a estas ordenanzas que, según el Gobierno local del PP, recogen una «bajada generalizada» del uno por ciento en los impuestos y una «congelación real de las tasas», pero incluye una nueva tasa de 116 euros para las bodas en el Ayuntamiento, así como subidas de tasas según la oposición.

El edil de Hacienda, Participación Ciudadana y Transformación Digital, el popular Juan Bueno, ha celebrado que el Gobierno local «ha conseguido elevar al pleno su proyecto de ordenanzas fiscales que baja los impuestos, incluye más y mejores bonificaciones y permite dejar en el bolsillo de los sevillanos más de cuatro millones de euros».

El resultado de la sesión, según Bueno, ha probado «el talante negociador del gobierno local que, anteponiendo el interés general de los sevillanos a los intereses partidistas, va a elevar al pleno (el jueves) su propuesta de ordenanzas fiscales con 21 enmiendas de los grupos que han querido trabajar por Sevilla».

Reproche a Vox

Así, Bueno ha agradecido «al PSOE y a Podemos-Izquierda Unida, que, desde la diferencia ideológica con el PP, hayan querido atender a la llamada del alcalde Sanz para negociar el proyecto de ordenanzas fiscales, en contraposición a la actitud de Vox, que no ha querido aportar nada a los sevillanos en este debate fiscal».

La edil del PSOE Sonia Gaya, por su parte, ha defendido que gracias a las enmiendas de su grupo que han sido aprobadas, será posible «la aplicación por vez primera de un recargo del IBI a las viviendas desocupadas para así impulsar y abaratar el mercado del alquiler», -extremo abordado y aprobado por el pleno en anteriores ocasiones-; «la congelación de la tasa de basura en 2024 y 2025 frente al incremento previsto; el mantenimiento de la exención del impuesto de circulación para ciclomotores y motocicletas de hasta 125 centímetros cúbicos; el freno al tarifazo contemplado para los servicios del cementerio, la bonificación del 2,5 por ciento a la totalidad los recibos fiscales domiciliados y, también por vez primera, se impiden las bonificaciones para obras en viviendas turísticas en el ICIO».

El IBI de los pisos vacíos

«Una medida de especial calado es el recargo del IBI para viviendas desocupadas, según contempla la nueva Ley de Vivienda del Gobierno de España y conforme a su definición específica de vivienda desocupada. En concreto, el recargo será del 50% de la cuota líquida del impuesto entre el cuarto y quinto año de desocupación, y otro 75% partir del sexto año inclusive. La consideración de vivienda vacía la determinará un cruce de datos entre el padrón y la ausencia de consumo de agua, precisa Gaya. También ha destacado la enmienda que incluye «medidas fiscales que limiten la expansión de las viviendas con fines turísticos».

Por parte de Podemos e IU, el concejal Ismael Sánchez ha defendido que las enmiendas de dicho grupo estaban destinadas a introducir «criterios de progresividad fiscal», avisando de que el proyecto inicial de ordenanzas fiscales estaba formado por medidas «generalistas», que generan «desigualdades» por las diferentes condiciones económicas de los contribuyentes y benefician así a las «élites».