Imagen de un centro hospitalario de sanidad privada en Sevilla capital / Clara Fajardo
Imagen de un centro hospitalario de sanidad privada en Sevilla capital / Clara Fajardo

La razón principal para acudir a la sanidad privada en Sevilla, hasta hace prácticamente un año, era la de poder ser atendido con tempos muchos más reducidos que en el sistema público de salud. Sin embargo, el descontento existente entre una gran parte de profesionales de este sector con diversas aseguradoras ha provocado un cese de actividad sustancial en algunos servicios que está generando esperas inadmisibles en consultas y pruebas diagnósticas.

El primer servicio en levantar la mano y decir ‘basta’ ha sido el de digestivo gestionado por las aseguradoras MAFPRE, DKV y ASISA. Javier Romero es el presidente de la Asociación Sevillana de Aparato Digestivo y Endoscopia (ASADYE), a la cual pertenece la práctica totalidad de los médicos en Aparato Digestivo colegiados que realizan actividad privada. Romero ha explicado a Sevilla Actualidad que «esta protesta y parón tienen como objetivo dignificar la profesión, ya que seguimos con los mismos baremos económicos que hace 20 y 30 años, así como devolver al paciente calidad médica».

La sanidad privada en jaque desde el 1 de julio

Después de varios días de huelga intermitente desde finales de 2022, hasta mediados de 2023, y tras peticiones enviadas por burofax para sentarse a negociar con aseguradoras por parte de ASADYE, la entidad anunció el pasado 1 de julio que la mayoría de los profesionales del servicio de digestivo del cuadro médico de MAFPRE y de DKV interrumpían la prestación de sus servicios. El motivo, «la falta de voluntad por parte de las aseguradoras para dialogar con los facultativos».

Romero subraya que es «insostenible cobrar 16 euros por primeras consultas, ocho por las de seguimiento, ó 50 euros por prueba diagnóstica en bruto de media. A lo que hay que restar el IRPF y, al menos, un 30% que se quedan los centros privados hospitalarios donde se desarrolla la actividad». En este sentido, el presidente de ASADYE insiste en que «no se trata de poner cuotas mínimas, sino de aumentar progresiva y razonablemente hasta un 120% los baremos actuales. Solo el IPC se ha incrementado en las últimas dos décadas casi un 145%, creemos que es más que sensato y justo lo que solicitamos».

El principio de una revolución imparable

«Y esto no ha hecho más que empezar». Según el presidente de ASADYE «las entidades aseguradoras no reconocen a la asociación como interlocutor para sentarse a la mesa a negociar. Ninguna de ellas ha respondido a tal apelación y 20 días después del primer órdago, rompimos también con ASISA, quien tampoco consideró oportuno escucharnos». Sevilla Actualidad ha contactado con las tres aseguradoras mencionadas, ninguna de ellas se ha pronunciado al respecto. DKV ni siquiera ha contestado a esta publicación, simplemente, el silencio por respuesta.

Eso sí, fuentes cercanas a esta última, han informado a Sevilla Actualidad de que «la subida requerida implicaría el cierre de dicha entidad y calculan haber incrementado un 14% el pago a centros hospitalarios como Quirón. Otra cosa es que estos no lo hayan repercutido en sus profesionales».

Los digestivos de Sevilla han sido punta de lanza en esta batalla por la calidad en la atención al paciente en la sanidad privada. Otros servicios como urología, cirugía plástica o maxilofacial se han sumado este otoño a las reivindicaciones. Unas exigencias que no harán más que abarcar más y más servicios. Los siguientes, por lo que ha podido saber esta publicación: cardiología, traumatología o pediatría. «Esto es imparable. Tendrán que escucharnos, tarde o temprano».

Falsos low cost y pacientes abandonados

El presidente de ASADYE, Javier Romero, no comprende cómo «se permiten el lujo las aseguradoras de sumar más y más beneficios cada año en detrimento de la calidad de la atención médica. Los pacientes ven prolongarse las listas de espera, a los que se les hace imposible coger cita vía App por aparecer las agendas cerradas, así como sufrir demoras inexplicables en la petición de citas de forma telefónica o presencial para consultas y pruebas».


En las cuotas low cost o, quizás, en la expansión desmesurada de alguna de estas entidades y/o grupos hospitalarios podría estar la causa de la precariedad que sufre médico y paciente. Varios afectados consultados por Sevilla Actualidad corroboran que «una vez que se consigue la cita, los horarios solo son orientativos, a veces esperamos ya en el centro de salud hora y media para que nos vea el médico. Todo está masificado».


«Es importantísimo que los pacientes, los asegurados, conozcan qué está pasando. No nos hemos ido de vacaciones, ni hemos pedido excedencia. Perdemos cada día dinero por esta movilización porque es indigno y el perjudicado, sin duda, es el paciente». A pesar de que las aseguradoras están derivando consultas a otros profesionales que no se han sumado a la causa, Romero llama «a la solidaridad entre colegas, respetando la casuística de cada cual». Asimismo, advierte de que «por ahora, son tres las aseguradoras con las que nos hemos plantado, pero en cualquier momento, la lista de descontento puede crecer y ampliarse a otras».

Plumilla por vocación, he trabajado en radio, televisión y prensa on line. Profundamente europeísta y convencida de que el Periodismo es el motor de cambio de la sociedad y hay que salvaguardarlo. Para...