Antigua estación de Plaza de Armas, con trenes aún circulando / José Ángel Ríos
Antigua estación de Plaza de Armas, con trenes aún circulando / José Ángel Ríos

Sevilla es una ciudad que atesora una historia en cada rincón, y que ha sabido adaptarse a las mil maravillas a una sociedad con necesidades cambiantes. Buena prueba de ello es Plaza de Armas, antigua estación ferroviaria que en la actualidad hace las veces de centro comercial.

Además de tratarse de uno de los edificios más emblemáticos de la capital hispalense, Plaza de Armas ha mantenido su relevancia incluso después de cesar el tránsito de trenes por sus antiguas vías. De hecho, actualmente es un elemento clave en la actividad económica de la ciudad, siendo un centro comercial exitoso con salas de cine incluidas.

Sin embargo, especialmente los más jóvenes desconocen las fechas exactas en las que se modificó su propósito y dejó de ser la conocida como «estación de Córdoba», que concentraba casi todo el volumen de trenes que llegaban a la capital andaluza.

En este aspecto, y aún mucho antes de que existiera la actual estación de Santa Justa, solo una estación de paso en San Bernardo, conocida como «estación de Cádiz», servía para aliviar, al menos en cierto modo, el tránsito ferroviario.

Llegaron los 90, se fue la estación de Plaza de Armas

El último tren que salió de Plaza de Armas, llevándose consigo décadas de actividad en una estación única en su especie, fue uno con destino a Madrid el 29 de septiembre de 1990, dos años antes de que la Expo 92 revolucionara Sevilla como concepto.

Un año después llegaría la inauguración de Santa Justa, el que ahora conocemos como centro neurálgico del tránsito ferroviario en la capital hispalense.

No obstante, el conjunto arquitectónico regionalista que cubría las vías se ha mantenido por su incalculable valor estético. Desde 1999, justo antes de entrar el siglo XXI, es un centro comercial transitado por miles de sevillanos y turistas cada día.

El legado de esta antigua estación, a su vez, se ha abierto hueco en las redes sociales de la mano de José Ángel Ríos, autor dedicado a la difusión de documentos históricos de la ciudad: