Macarena y Paco, los semáforos flamencos del artista Javier Alba.
Macarena y Paco, los semáforos flamencos del artista Javier Alba.

El artista madrileño establecido en Sevilla, Javier Alba Aparicio, es el creador de Macarena y Paco, los semáforos flamencos que se sitúan en Sevilla. El problema es que se han instalado en una calle de Granada y, por ello, el artista reivindica su autoría y pide una retirada de inmediato y una compensación económica por daños y perjuicios.

A finales de abril, Paco Cuenca, el alcalde de Granada, se fue con los medios de comunicación a las calles para presentar los nuevos semáforos flamencos que tendría la ciudad, especialmente para las Cruces de mayo.

Javier Alba, debido a los hechos, ha enviado un burofax al Ayuntamiento de Granada en el cual denuncia por «plagio, uso indebido y competencia desleal por la vulneración de sus derechos de propiedad intelectual». De esta forma, el autor asegura que son Macarena y Paco, una silueta de mujer de color verde vestida de gitana y una silueta de hombre flamenco guitarrista de color rojo.

Solicita en el burofax

El creador de los semáforos flamencos ha dado al Consistorio granadino diez días para que cumpla con sus exigencias. En dicho burofax ha solicitado «la retirada urgente de los semáforos flamencos en la ciudad de Granada», «la Indemnización por plagio de una propiedad intelectual cuyo proyecto está protegido por la Ley 21/2014, de 4 de noviembre, por la que se modifica el texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual. La figura, el contexto, las siluetas, los colores, la técnica están debidamente registradas en el Registro Territorial de la Propiedad Intelectual de la Junta de Andalucía», «la compensación por competencia desleal por parte del Ayuntamiento de Granada y enriquecimiento injusto», «la reclamación de Derechos de Autor sobre el uso de una propiedad intelectual registrada a mi nombre» y «la Indemnización por el daño ocasionado y el daño reputacional».

Origen de Macarena y Paco, los semáforos flamencos

La creación de este proyecto surgió tras el atropello de un familiar en un paso de peatones provisional y sin semáforo de la feria de Sevilla. Javier Alba siempre ha dejado claro que no lo ha hecho por dinero «es un regalo que le hago a la ciudad».

En adición, cedió un prototipo para que rotara por los negocios sevillanos que se lo solicitaron como reclamo turístico, tras haber sido desinstalados en feria.