Un hombre ha sido condenado a dos años de prisión tras abusar durante siete a su sobrina menor de edad en Sevilla. Los abusos comenzaron cuando la niña tenía seis años y se prolongaron hasta que cumplió los 13. Su tío, marido de la hermana de su madre desde 2010 hasta 2019, se quedaba con frecuencia al cuidado de la niña en su domicilio de la capital hispalense, donde aprovechaba para abusar sexualmente de ella.
«Aprovechando que la menor se quedaba con cierta frecuencia a su cuidado en su domicilio, el acusado se sacaba el pene del pantalón y, cogiendo la mano de la niña, la llevaba a su miembro viril haciendo que se lo tocara repetidamente, llegando a veces a eyacular», relata la sentencia del Tribunal Superior de Justicia Andaluz (TSJA). «En otras ocasiones le tocaba los pechos por encima o por debajo de la ropa; le tocaba con sus manos también los glúteos por encima de la ropa; le daba besos en la boca con introducción lengua último; frotaba su pene contra las nalgas de la niña teniendo ésta la ropa puesta, y alguna vez le hizo tocamientos por debajo de la ropa en la zona del pubis de manera superficial», continúa.
El alto tribunal ha probado que estos hechos se iniciaron cuando la menor tenía alrededor seis años, perlongándose hasta los 13.Además, habrían tenido lugar no solo en el domicilio familiar de su tía, sino también en el anterior domicilio del acusado, así como «con ocasión de viajes familiares en una playa de Huelva en los meses de verano aprovechando para sus actos que se hallaban dentro del agua y nadie podía verles».
Al tomar conciencia con la edad de lo que sucedía, la niña comenzó a tener cambios de comportamiento con absentismo escolar, lo que llamó la atención de la madre. En una ocasión descubrió en el teléfono móvil de la menor mensajes que intercambiaba a través de Internet con un amigo desconocido en los que reflejaba su victimización sexual. A consecuencia de ello, la madre habló con su hija, que le contó lo que le había sucedido, decidiendo entonces interponer la denuncia.
Por ello, y tras desestimar el recurso de apelación interpuesto por la defensa del acusado, el TSJA ratifica la condena de dos años de prisión, una orden de alejamiento de 400 metros durante seis años y el pago de una indemnización de 7000 euros a la menor.