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El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Comisión Ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente, ha adjudicado las obras para la instalación de un cerramiento de rejas alrededor de las dos parejas de columnas que flanquean el Paseo de la Alameda de Hércules. De esta forma, recuperan el cerramiento con el que contaron hasta 2007, cuando se retiraron con motivo de las obras de remodelación de este espacio.
Daños en las columnas
El motivo de la recuperación no es otro que proteger estos singulares elementos, con varios siglos de antigüedad, de diversos factores que inciden enormemente en su conservación. Las columnas del Sur fueron construidas en 1578, que representan a Hércules y Julio César, y en 1764 las del Norte, que representan a unos leones. En concreto, se pretende evitar que las columnas sean objeto de actos vandálicos y de factores erosivos como la acción corrosiva de la orina de los perros, que afecta gravemente sobre todo a los pedestales.
Con este objetivo, la Comisión Ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente ha adjudicado hoy un contrato de suministro e instalación de estos elementos a la empresa Thicorta Herrería y construcción valorado en 55.851 euros. «En suma, se trata de una protección patrimonial de las columnas, que fueron objeto de restauración en 2020 por parte de Urbanismo», ha destacado el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz.
El diseño de las rejas que protegerán las columnas
Las nuevas rejas que se coloquen serán completamente idénticas en su aspecto a las instaladas hasta 2007 en torno a las columnas de la Alameda, si bien, respetando la normativa vigente en materia de seguridad, se realizarán con materiales actuales y respondiendo a las condiciones y necesidades de este momento. De este modo, tanto los pilares como los barrotes serán de acero y los elementos decorativos de fundición.
En cuanto a los detalles constructivos, cada una de las verjas que rodeará a las columnas estará formada por cuatro paños de 2 m de altura y 3 m de ancho, unidos por pilares tubulares de acero. Estos, a su vez, estarán compuestos por barrotes de acero redondos y macizos de 22 mm de diámetro, terminados en punta de lanza con acabado romo y con elementos decorativos de fundición en sus extremos. Por último, para impedir que los perros accedan a la base de las columnas, se reforzará la parte inferior de la reja, añadiendo un barrote intermedio de acero macizo en una altura de 52 cm, que se intercalará con los barrotes de mayor tamaño. Así pues, quince años después de retiradas, las parejas de columnas conmemorativas de la Alameda recuperarán las verjas que las rodearon durante más de un siglo, como forma de protegerlas de actos incívicos.