Sobre las 12:30 horas del pasado día 10 de enero, agentes de la Policía Local de Sevilla detectaron un coche ocupado por tres personas circulando por la Ronda del Tamarguillo levantando sospechas por la edad del conductor, que resultó ser menor de edad.

El conductor, de 17 años, les aportó los datos de un familiar mayor de edad para tratar de eludir la acción policial. Posteriormente, los padres del conductor, de 38 y 40 años, aportarían la documentación de su hijo confirmando su minoría de edad, reconociendo que tenían conocimiento de la carencia de permiso de conducir. Los agentes pudieron comprobar que el menor tiene en vigor una pérdida de vigencia desde el pasado mes de noviembre.

Durante la inspección del coche incautado en Sevilla, propiedad de la madre del menor, los agentes observaron indicios de alteraciones en las diferentes numeraciones que identifican al vehículo, motivo por el que fue retirado y depositado en los almacenes municipales para una inspección más exhaustiva.

El vehículo fue sustraído en Italia en junio de 2022

Durante esta segunda inspección, los agentes pudieron comprobar que el vehículo presentaba alteraciones en el número de bastidor, el cual no coincidía con otras evidencias que los agentes conocen para detectar este tipo de falsedades.

Tras realizar gestiones en un concesionario oficial de la marca, así como comprobaciones a través de la base de datos europea Eucaris, pudieron comprobar que el vehículo había sido sustraído en Italia a principios de junio de 2022 y matriculado meses más tarde en España gracias a las falsificación realizada.

Así las cosas, los agentes informaron tanto al menor conductor como a sus padres de la instrucción de sus derechos como investigados no detenidos por diferentes delitos: Robo o hurto de vehículo a motor, falsedad en documento público, usurpación de estado civil, delito contra la seguridad vial y cooperación necesaria en un delito contra la seguridad vial.

La investigación se mantiene abierta instruyendo diligencias tanto a la Fiscalía de Menores como al Juzgado de Guardia.

Los agentes de policía destacan el alto grado de complejidad desarrollado por los falsificadores para alterar la identidad del vehículo, lo que ha requerido de una intensa labor de investigación especializada para detectar las evidencias que han sido la base de este caso.