- El Ayuntamiento informa al juez sobre las condiciones actuales del ficus de San Jacinto
- El miedo combatido con la lucha social, la gran victoria del ficus de San Jacinto
El intento de tala del Ficus de San Jacinto de Triana ha sido un hito en la defensa del arbolado de Sevilla. Ahora, toda esa movilización ciudadana y social se quiere elevar a imagen del año, por lo que activistas involucrados en tal episodio han pedido en change.org que la instantánea de la policía local custodiando al ficus sea la imagen del año. En la foto, los guardias que vigilan la tala del árbol buscan su sombra bajo un calor de casi 50º, «una brutal metáfora de lo que está pasando en todo el planeta».
Aquello «fue la gota que colmó el vaso. Se dejó a la vista la gestión privatizada y destructiva de la centenaria flora urbana de Sevilla. El cura, con la autorización del alcalde, ordenó talarlo el pasado 16 de agosto, aprovechando la canícula. El 17 varios trianeros se subieron a su tronco y una orden judicial paralizó hasta hoy la tala, pendiente de resolución», se recoge en el argumentario de tal petición.
El Ficus de San Jacinto y Fuenteovejuna trianera
El hecho topó con una «Fuenteovejuna trianera que nadie imaginaba. Organizamos la Plataforma del Ficus de San Jacinto, los colectivos ecologistas crearon la Mesa Ciudadana del Árbol para proteger y participar en su flora urbana. Se hicieron toda clase de actividades y hasta un proyecto Adopta un Árbol para que todos los estudiantes de Sevilla adopten un árbol y lo planten luego en un espacio de su periferia de forma organizada», se recoge en la petición.
El juzgado de lo contencioso administrativo número 9 de Sevilla dictaminó el pasado 18 de agosto un auto en el que suspendía de manera cautelar la tala del ficus de San Jacinto que el Ayuntamiento de Sevilla ya estaba llevando a cabo. En el mismo texto se obligaba a parar el proceso de poda y tala «de manera inmediata» hasta que se resolviese la cuestión judicial relacionada con la demanda que había presentado unos días antes la plataforma Ficus Vivo.
Previamente, Ficus Vivo, había presentado a las 21:00 horas del martes 16 de agosto una denuncia ante el Juzgado de los Contencioso-Administrativo número 9 de Sevilla que se admitió a trámite en la mañana del miércoles (día en el que se procedió a la tala) por lo que se concedieron «medidas cautelarísimas para impedir el apeo del árbol que tanto Ayuntamiento como propiedad privada ignoraron deliberadamente».
Tarde, pero crucial
Aún así, el auto llegó demasiado tarde cuando la poda del árbol centenario era casi total, dado que desde la tarde del miércoles 17 de agosto los operarios, en un horario poco habitual en verano (más allá de las 15:00 horas) trabajaron en ello ante la atenta mirada de vecinos que se mostraban en contra. Todo ello, junto a un cordón policial para garantizar que que el apeo llegase a término, después de que por la mañana varios activistas escalaran el árbol.
En el texto judicial se especifica que las tareas de apeo del árbol se mantendrían paradas hasta que un grupo de expertos elaborase un informe que valorase la situación del ficus ubicado en el recinto parroquial. Además, se instó al Ayuntamiento a garantizar la seguridad de los viandantes mientras se mantuviese paralizada la tala. Y ahí quedó todo. En un paréntesis.