La Asociación de Hosteleros de Sevilla ha anunciado una facturación menos positiva de lo que habían esperado con la llegada del «macropuente», una semana de festivos intercalados desde el fin de semana previo al día 6 de diciembre, con el Puente de la Constitución, hasta el puente por el Día de la Inmaculada. La principal causa habría sido, según han explicado, la lluvia: «El resultado obtenido en este Puente de la Inmaculada no ha sido todo lo positivo que esperaba la Hostelería Sevillana, debido a las incidencias climatológicas». Desde la Asociación han afirmado que, aunque entienden la «necesidad» de la lluvia, en este caso les ha «perjudicado» ya que Sevilla es una ciudad que «vende clima», y las terrazas suponen el «sesenta o setenta por ciento» de la facturación de la hostelería hispalense.

Recalcan que la primera parte del puente fue la menos positiva respecto a las expectativas que desde el sector se habían generado, pudiendo recuperar la situación durante la «segunda parte» del puente, cuando la lluvia dio algo más de tregua y las terrazas volvieron a llenarse. Ahora, dicen, encaran «con ilusión» el resto de las fiestas.