Miguel Martín León, quien fuera el fugaz delegado de Educación en Sevilla que permaneció tan solo siete días en el cargo, ha sido absuelto de los presuntos de estafa por los que fue procesado y por los que se vio obligado a dejar su cargo, tal y como ha adelantado Diario de Sevilla. Fue en septiembre de 2020 cuando reconocía que estaba siendo investigado en una querella criminal que la empresa Fleshlight presentó en 2015 contra él, la asociación deportiva Anima Vitae y varios directivos de la firma por el presunto desvío de un patrocinio de casi 40.000 euros.

Martín León estaba acusado de un presunto delito de estafa y asociación criminal por el que se enfrentaba a entre dos y cinco años de prisión.

En declaraciones a ABC de Sevilla, aseguró a la hora de su dimisión estar tranquilo «porque toda mi vida he sido una persona íntegra. Lo único que hice fue entrenar a un equipo, y no he cobrado ni un euro del patrocinio». A su parecer, es víctima «de una falsedad documental, una estafa procesal, una querella falsa y falso testimonio», razón por la que pidió en su momento el archivo del procedimiento.

Martín León, que no pertenece a Ciudadanos aunque fuera nombrado a propuesta del partido, admitió que hace años contó a Javier Imbroda, el que fuera consejero de Educación de la Junta y desde hace años su amigo, que le habían presentado una querella por estafa, pero afirmó que cuando le llamó para ser delegado provincial de Educación en Sevilla no le dijo que el tema judicial aún no estaba resuelto «porque sinceramente yo pensaba que estaba terminado, ya que no le presté atención».