Dictamen favorable del CESS a las nuevas ordenanzas

Después de la aprobación inicial se someterá a alegación pública para seguir cosechando mejoras y apoyos dentro de un amplio proceso de participación, según el Gobierno local.

El pleno del Ayuntamiento de Sevilla ha aprobado inicialmente en su sesión de hoy las Ordenanzas Fiscales de Sevilla para el año 2016, que ahora se someten a la fase de exposición y alegación públicas, en la que todavía cabe incorporar más mejoras, según ha comentado el alcalde, Juan Espadas. Se trata de unas Ordenanzas sociales, justas, progresivas, que congelan la carga tributaria para las familias, sólo exigen un esfuerzo a las grandes empresas con los valores catastrales más elevados, esfuerzo que, sin embargo, podrá ser compensado si incrementan las plantillas con puestos de trabajo indefinidos, y, en su conjunto, están orientadas hacia la generación de economía y de empleo.

Esta aprobación provisional de las Ordenanzas Fiscales de 2016 se ha producido con la aprobación de enmiendas de todos los grupos políticos y tras obtener también el dictamen favorable del Consejo Económico y Social de Sevilla (CESS) y por primera vez con el informe preceptivo de la Intervención Municipal, cuyas recomendaciones han sido atendidas, así como del Tribunal Económico Administrativo de Sevilla. Para Juan Espadas, toda esta aportación y las emanadas de los distintos grupos políticos han enriquecido el texto, abierto ahora a las alegaciones públicas. Y esta amplísima apertura y el tener en cuenta a todos es toda una novedad en la Corporación frente a imposiciones pasadas y sin debate, ha recordado.

Todos los impuestos, las tasas y los precios públicos sometidos al Pleno municipal han recibido el visto bueno. “Y Sevilla es una de las primeras grandes ciudades de España cuyo gobierno ha conseguido aprobar su propuesta de Ordenanzas Fiscales para 2016 y a la primera”, ha dicho el alcalde.

Las Ordenanzas prevén la congelación del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) para las familias sevillanas pese a la actualización de los valores catastrales del 10 por ciento solicitada al Ministerio de Hacienda tras años sin acometerse, congelación posible al aplicarse un índice de corrección que dejará el tipo impositivo en el 0,733 por ciento frente al 0,867 que le corresponde en 2015.

En el caso del IBI para inmuebles urbanos no residenciales (no viviendas), el equipo municipal ha optado por recurrir a la “ventana de progresividad” que deja abierta la legislación estatal. Se aplica, por tanto, un recargo para un 10 por ciento de estos inmuebles que representan los mayores valores catastrales en la ciudad, con un tipo de gravamen incrementado del 1,15 por ciento (una subida del 4 por ciento). Sólo un 0,97 por ciento del total de liquidaciones por estos inmuebles se verán afectados por este coeficiente reforzado, y coincide con grandes propietarios de suelos y edificaciones, y no con 90 por ciento de las empresas y los comercios, a los que no se aplicará, según ha remarcado el delegado de Hacienda y Administración Pública, Joaquín Castillo.

Se congelará el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (el sello del coche), el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) por ejecutar una obra bajará el 3,5 por ciento, la tasa de basura se congelará y se suprimirá para locales vacíos y se congelará las tarifas de Tussam con nuevas promociones para jóvenes y estudiantes, al tiempo que limitará la renta para el acceso a la tarjeta social para la tercera edad y se prevé incorporar un nuevo bonobús social para trabajadores.

Se recupera, asimismo, la bonificación por domiciliación de impuestos. Será del 1 por ciento para todos los recibos que se domicilien a partir del 1 de enero de 2016 y que no hayan estado domiciliados en los últimos cuatro años. Esta bonificación no será aplicable para cambios de titulares y, asimismo, se mantendrá durante los tres ejercicios siguientes a la fecha de domiciliación.

El Pleno municipal también ha aprobado las medidas de solidaridad social, impulso de la actividad económica y fomento del empleo que por vez primera se incluyen en unas Ordenanzas Fiscales. El objetivo es utilizar las bonificaciones del Ayuntamiento de Sevilla para crear empleo, apoyar a los emprendedores y autónomos y atenuar e incluso compensar el recargo del IBI para los grandes contribuyentes con inmuebles no residenciales.

En este ámbito solidario, se contemplan bonificaciones del IBI y en el ICIO para las VPO, bonificaciones del IBI para familias numerosas, actualizando coeficientes para así evitar el efecto de la actualización de los valores catastrales, y también para las licencias urbanísticas.

Entre esas iniciativas de impulso al empleo se encuentra un crédito fiscal (o cheque fiscal) por creación de puestos de trabajo. Los titulares de actividades económicas que incrementen su plantilla media de 2016 con respecto a la de 2015 tendrán un crédito fiscal equivalente a 250 euros multiplicados por el porcentaje de aumento de trabajadores.

Para los emprendedores habrá exenciones fiscales y bonificaciones en el IAE para los primeros años de actividad de una nueva empresa, bonificaciones en la tasa de basuras durante los tres primeros años, bonificaciones en el ICIO para reformas y obras para nuevas empresas y bonificaciones en permisos y licencias de obras para nuevos autónomos. Quienes monten una empresa que tribute por el IAE tendrán una exención total obligatoria durante los dos primeros años y, además, el derecho a una bonificación de nueva creación del 40 por ciento en la cuota correspondiente durante los tres años siguientes a la conclusión del segundo periodo impositivo de desarrollo de aquélla.

En el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (o de plusvalías) se producirá una rebaja al 26,8 por ciento, frente al 29,5 por ciento vigente, con carácter general y se reduce para viviendas adquiridas en los últimos cinco años que no se beneficiaron del boom inmobiliario previo, de manera que se neutralizan completamente los efectos de la actualización de los valores catastrales en 2016. Juan Espadas ha anunciado al respecto que habrá índices correctores para que la actualización de los valores catastrales de Sevilla no se traslade tampoco al impuesto autonómico en operaciones de compraventas de viviendas.

Para el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), congelado al menos desde 2003, se aumentará el coeficiente de situación o de calle (diferente según cuál sea la calle del local donde se ejerce la actividad) el 15 por ciento. Este tributo tan sólo se cobra para empresas a partir de un millón de euros de facturación anual. Este recargo, sin embargo, cabe recuperarse en parte cuando se declara el Impuesto de Sociedades, y también aplicar sobre el IAE el cheque fiscal.